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martes, julio 17, 2012

Dura experiencia de debate en Facebook.

He tenido dos debates en Facebook sobre la homosexualidad.

He sido muy duro contra quienes promueven la cultura gay —quizás demasiado duro—; pero lo notable ha sido la respuesta de mis amigos de Facebook (atención: contra ninguno de ellos iban mis comentarios; a nadie mencioné por su nombre). Casi todos han callado sobre el asunto (eso parece señal de que comparten mi rechazo del homosexualismo, pero no mis malas maneras y probablemente no quieren el conflicto). Sin embargo, la mayoría de los intervinientes lo hicieron para criticarme, a veces con tanta dureza como la mía contra los gays (contra mí se justifica, por cierto, porque lo que está prohibido es criticar a los gays).

Algunos me han dicho cosas que ellos mismos considerarían poco caritativas si se las dijeran a un gay, y nadie les ha reprochado su falta de caridad, como sí me han reprochado la mía por llamarlos de mala manera (no a los homosexuales, sino a los que practican el vicio y lo promueven como virtud, que desde antiguo reciben varios nombres despectivos . . . ¡como todos los nombres que se dan a conductas inmorales!). Porque me han atribuido ser uno de los responsables de los suicidios de más homosexuales que heterosexuales (a lo que respondí que los pedófilos se suicidan todavía más, y que los delincuentes sexuales exclusivos —que solamente son delincuentes sexuales, no de otro tipo— intentan suicidarse o se suicidan 183 veces más que el resto de la población, y la culpa no es del resto que defiende la moral pública), me han calificado de variadas formas insultantes (soberbio, arrogante, y un largo etc.), y finalmente (en privado) me han aconsejado callarme o desdecirme.

Y casi todos los intervinientes, en público o en privado, son católicos, conservadores se llaman a sí mismos algunos.

Lo escribo aquí para que sepan que la batalla se viene dura, y que tendremos que optar entre el modelo europeo (NADIE se atreve a decir la verdad en público) y el modelo estadounidense (la llamada GUERRA CULTURAL: los defensores del matrimonio han tenido que pasar a un nivel de agresividad semejante al que usan los gays). Yo estoy pensando mi enfoque . . . no creo que vaya a ser muy europeo. Los europeos han perdido todas las batallas y no quieren pelear más; por eso, si se trata de estudiar temas morales, se dedican a los que son políticamente correctos: la derrota de la pobreza en el mundo, la atención a los enfermos, etc. Todo eso está muy bien, pero queda el regusto de la cobardía, que los gringos no muestran.

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