Recién hace 5 minutos he podido conectarme, porque no tenía luz. Ayer volví a Santiago y pude renunirme con mi familia, pero el mismo día sábado pudimos contactarnos por teléfono: todos están bien. Todavía no he podido llamar a mis amigos.
El Prelado del Opus Dei nos escribió una carta muy sentida, a mano, por fax, que llegó a eso de las 3pm del sábado, animando, consolando, impulsándonos a rezar y a movilizar a toda la gente —especialmente a los jóvenes— en los trabajos de ayuda voluntaria, en coordinación con las autoridades.
Ha sido todo peor de lo que me pareció la noche del viernes al sábado. Algunas muertes de gente cercana. Todavía no sabemos todo.
Y me ha enojado el retardo en dos días de declarar el estado de catástrofe, por razones ideológicas: para no sacar a los soldados a las calles.
Recemos, amigos, porque ha habido gestos muy nobles, pero también algunas cosas ruines. En la adversidad se muestran las almas.
Cristóbal, me alegro de que estés bien. ¿Sabes algo de Max? Un abrazo,
ResponderBorrarPedro Rivas
Ahí mostró su 'hilacha' el gobierno, pues era una petición que lo pedía la población y alcadesa de Concepción.
ResponderBorrarUn abrazo.