A propósito de la publicación de mi carta a El Mercurio de hace algunos días, la mujer de un preso en Punta Peuco me llamó por teléfono para venir a verme. Le conté que no estoy muy cerca del actual gobierno, donde hay algunos tipos dementes, así que no esperara nada de mi intercesión. De hecho, no espero nada bueno en temas fundamentales de verdad y de justicia. Tampoco creo que pueda ella esperar nada del sentido de la justicia del régimen actual, cuando no coincida con lo "políticamente correcto".
Ya hemos visto que todos abandonaron a los militares —fueran culpables o inocentes—, y ahora, tras una abominable resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que defiende la homosexualidad activa y en pareja estable, muchos se preparan para entregarles los niños a los homosexuales, sin una gota de respeto por el "interés superior del menor". ¿Alguien dará la cara?
En fin, al parecer la pobre mujer se convenció de mi inutilidad, porque no llegó a la reunión de hoy a las 11 am, que teníamos programada. Dios la ayude en su desesperación.
Aquí la carta que motivó su infundada esperanza:
Errores judiciales
Señor Director:
Hermógenes Pérez de Arce nos recuerda la injusta condena contra elgeneral Odlanier Mena. Es muy fuerte, en el mismo sentido, la opiniónde Gonzalo Vial. Según el destacado historiador, que siempre se opusoa cualquier crimen y participó en la Comisión Nacional de Verdad (yReconciliación), Odlanier Mena es no solamente inocente de los cargos,sino que además combatió los abusos. Se lo ha castigado por hechossucedidos bajo su jurisdicción, sin su orden, ni tolerancia, niconocimiento.
Pienso que solamente la ceguera ideológica y el odio pueden atribuirinfalibilidad a los juicios sobre derechos humanos, especialmente sitenemos en cuenta la presión del régimen precedente para nombrar ypromover jueces inclinados a condenar a cualquiera que tuviese la másmínima conexión, aun de mera responsabilidad de mando o política.
Por eso pido a las autoridades actuales que dispongan la investigaciónde los posibles casos de condenas injustas. Es muy fácil defender losderechos humanos políticamente correctos, y callar cuando se trata delos derechos humanos políticamente incorrectos.
Cristóbal Orrego SánchezProfesor de Derecho NaturalUniversidad de los Andes
Ya el hecho de que no se les aplica la ley, los convierte en inocentes, sin importar que lo hayan o hayan hecho.
ResponderBorrarEn cambio, los terroristas que asesinaron y se ufanan de ellay nadie los llama a la justicia, ni la derecha a viva voz se atreve acusarlos de violar los DD.HH.
Solamente, violan los DD.HH., los de un lado.
He llegado a la conclusión de que el Derecho, durante y después de la lucha contra el terrorismo en América del Sur, se convirtió en un Derecho racista y clasista. En el sentido de que si un individuo que perteneció a una organización que asesinó, depende de que lado esté, se considera el homicidio 'crímen de lesa humanidad'.
He llagado también a otra conclusión, que Sebastián Piñera es resentido, pese a los millones que tiene. La razón. Muy simple. La DC no hizo la transformación económica que le cambió el rostro a Chile. Por eso, no indulta a los militares y gobernará para la izquierda.
saludos