Un tío del gobierno español llamó al Nuncio en Madrid para exigirle que pusiera orden en la COPE, una cadena de radios que tiene cierta conexión con la Iglesia. ¿Qué había sucedido? ¿Qué podía haber escandalizado tanto a los apologistas de la más desbocada libertad para el sexo, la droga y el anticlericalismo, hasta el punto de llevarlos a pedir la “censura eclesiástica”?
Nada. En comparación con las aberraciones que el régimen hispano acoge en su seno, no había pasado nada. Se trataba solamente de una broma de dudoso gusto: inmediatamente después del triunfo de Evo Morales en Bolivia, lo llamó, para felicitarlo, el conductor de un programa de conversación, personificando nada menos que al Presidente del Gobierno de España.
Y, claro, siguió un diálogo delicioso.
El falso presidente anima al verdadero, le pregunta por Fidel (el Presidente de Cuba) y por Hugo (el de Venezuela), bromea sobre el “eje del mal” en Latinoamérica y sobre el frente antiimperialista, mientras el homenajeado le agradece tan amables palabras, se ríe con él de que no lo haya llamado el Presidente de Estados Unidos, le recuerda que un ex Presidente socialista de España —ése que salió en medio de la debacle de una corrupción galopante— estuvo por ahí ayudándolo y que el Ministro de Relaciones Exteriores español —¡en ejercicio!— le había prometido doblar la ayuda económica si ganaba él las elecciones . . . (por cierto, tan jugosa delación fue desmentida de inmediato por el tal Ministro: un desmentido inútil, difícil de creer). Y, como colofón, Morales le dice a su pseudo colega: “¡somos aliados naturales, Presidente!”.
Desde luego, la risa de los españoles llegó lejos. No habrá censura eclesiástica capaz de acallarla.
El jefe de los indios cocaleros, que en justa lid derrotó al líder de los bolivianos más sensatos, se sentía aliado natural del conquistador español; no tenía ningún problema en revolverse contra el imperialismo del Norte, al mismo tiempo que (¿se daría cuenta?) servía como una pieza más en el puzzle de la Internacional Socialista; sacaba las uñas contra cualquiera que amenazara con hacer rendir las riquezas naturales de Bolivia, a la par que se acaramelaba con quienes solamente han exportado corrupción moral y decadencia cultural.
Confieso que he sido malo, porque me reí cuando —lejos de España y de Bolivia— un amigo catalán me hacía oír la entrevista, bajada de Internet. Me burlé del Presidente de un país hermano.
Quizás esta risa mía pueda ser reparada en parte por los sentimientos compasivos que ahora inundan mi corazón: la pena y la vergüenza ajena. ¿Cómo podría no entristecerme que un país, al que me unen lazos afectivos —amigos cercanos—, caiga una y otra vez en las manos de gente inútil y peligrosa? ¿Cómo no apenarme si, además, en este caso puede venir, con la ayuda de los países socialistas, toda esa reata de corrupción moral que vamos conociendo de cerca en Chile?
La vergüenza ajena procede, en cambio, de las apariencias solamente. Parece que el pobre Evo Morales se cree eso del antiimperialismo y del anticapitalismo. Así se vende dentro, a sus indios, y fuera, a la tropa de burgueses europeos —sumamente imperialistas y capitalistas— que blanquean sus conciencias dando dinero para todas estas payasadas lejos de su casa. Y da vergüenza ajena —por solidaridad latinoamericana— la imagen del Presidente de Bolivia, patética, como si realmente pudiera hacer algo para elevar a su pueblo luchando contra el capitalismo y contra el imperialismo.
Más allá de la risa, la pena y la vergüenza, sin embargo, la realidad es tranquilizadora. Evo Morales no es un indio loco suelto, que dice lo que dice por ignorancia, sino un indio vivo —más vivo de lo que le hace bien a su patria—, que se ha leído un buen montón de libros con ideología barata, en la que no cree, y ha aprendido a utilizar a los que creen en ella.
Evo Morales pertenece al grupo de los caudillos astutos, que no solamente no están contra el imperialismo y contra el capitalismo, sino que viven como reyes gracias a tan misteriosos ismos.
Fidel Castro, por ejemplo, es uno de los capitalistas más ricos del mundo, de acuerdo con los estudios objetivos de la revista Forbes. Cuba ha vuelto a ser lo que era: un paraíso para los ricos —turistas de mala reputación, inversionistas extranjeros aliados con los gobernantes— y un infierno para los pobres, es decir, para casi todos.
¿Y Hugo Chávez? ¡Otro capitalista! Con el buen criterio, desde luego, de hacer participar a los soldados en el festín, apoyado —como siempre en Venezuela— en el petróleo nacional, y dando a los pobres un poco más —por lo menos más palabras . . .— de lo que siempre les dio la oligarquía criolla. Hugo Chávez es un tirano en el más clásico sentido de la palabra.
Algo distinto es el caso de Lula da Silva en Brasil. Naturalmente, como buen líder de izquierda tiene que habérselas con la creciente corrupción en su gobierno; pero él ha tenido el acierto de, más allá de la retórica, mantener la macroeconomía dentro de los parámetros básicos del capitalismo: sin quiebres, sin locuras. Así es más fácil atacar los puntos neurálgicos: la familia, la educación y el derecho a la vida.
Algunos quieren añadir a este elenco de capitalistas encubiertos a Néstor Kirchner. Habrá que esperar al siguiente ciclo de la crisis argentina y ver con cuántos millones sale él del gobierno. Por ahora, el oxígeno que ha conseguido alienta algunas esperanzas que no querría yo ahogar desde tan lejos.
Al final del día, todos ellos parecen presidentes rebeldes ante la opinión pública; pero son, como todos, capitalistas e imperialistas. Aprecian el dinero y el poder y tejen unas alianzas internacionales que les ayudan a acrecentar uno y otro. Por eso los rondan asesores progresistas de España (v.gr., Felipe González) y de Estados Unidos (v.gr., Jimmy Carter).
Sabremos más cuando los llamen de nuevo por teléfono. Con permiso del Nuncio.
Muy bueno. ¡Qué distinto es la actitud de los países ex comunistas y los países del Oriente, que han abrazado en capitalismo. Y algunos gracias al capitalismo, desafían a Occidente, pues han vuelto tener confianza en sí mismo.
ResponderBorrarEn Chile, las élites de la Concertación tanto democracristianos como ppd, comparan esta elección con la que hubo entre Gustavo Ross y Pedro Aguirre Cerda. Sin embargo, desde que salió Cerda empezó un período de mediocridad, que desembocó en la UP. El centro era el Estado, no las personas. Ellos quieren volver a la década del 40 y 50. No entienden que las personas crean la riqueza, no el Estado. El eterno retorno.
lo enlazo en seguida!
ResponderBorrarSaludos para Javier! Muy buenos tus artículos del último tiempo!
el hecho de que hayas estudiado en navarra lo dice todo, seguramente sos un miembro de la secta, ademas de admirador de Pinochet y de toda otra dictadura.
ResponderBorrarTe refieres a Evo Morales como un indio y tu eres de tez oscura a juzgar por la foto del blog, es decir tu sangre es tambien india o negra o ambas, quien eres para juzgarlo tu, servil miembro del opus dei?
Hola:
ResponderBorrarBuen articulo.
Sólo nos queda esperar el final de esta historia, esperando que sea mejor de lo que imaginamos (soñar es gratis).
Y qué tiene de malo ser indio, sr. anónimo y lleno de prejuicios?
ResponderBorrarA ver qué dice Ud. de mi artículo que es aún "peor", se titula "de negros e indios", le doy el link, para que lo lea, si tiene interés, porque no lo obligo a nada:
http://alemaniaeconomiasociedadyderecho.blogspirit.com/archive/2005/12/26/de-negros-e-indios.html
LOS PERFECTOS IDIOTAS DE PARAGUAY Toman por izquierdista a candidato financiado por la CIA, NED, USAID : FERNANDO LUGO, LA GRAN ESTAFA.
ResponderBorrar(Luis Agüero Wagner)
Una prensa maccartista que los paraguayos heredamos de Stroessner pretendió hacernos creer que el obispo “de los pobres” Fernando Lugo era un candidato de la izquierda. A ellos les planteamos estas interrogantes:
¿Es izquierdista Ricardo Canese cuando defiende la política de biocombustibles de George W. Bush?
¿Alguno de los dirigente luguistas protestó alguna vez por las injerencias de James Cason?
¿Recibe dólares de USAID la ONG “Gestión local” de Guillermina Kanonikoff y Raúl Monte Domecq?
¿Ha publicado realmente el material didáctico para comisiones vecinales para el cual supuestamente recibieron los billetes?
¿Estuvo Camilo Soares en noviembre del año 2000 en un congreso financiado por la NED?
¿Fue o no publicitado Lugo por el diario ABC color, propiedad de Aldo Zucolillo, favorecido del agente de la CIA Leonard Sussman cuando era perentorio fabricar bien remunerados disidentes a la dictadura?
¿Firmó Julio Benegas, empleado de Zucolillo, un contrato con Bryan Finnegan ( de la AFL-CIO) el 21 de Setiembre de 2005?
¿Recibió la casa de la Juventud –cuna del PMAS- 127.000 dólares de IAF en el año 2004?
¿Puede ser de izquierda gente financiada por la NED, institución creada como alternativa a la CIA por el imperio?