Lamento que algunos anticlericales, en lugar de solidarizar con una comunidad humana agredida vilmente, aprovechen la ocasión de la bomba en la Universidad de los Andes para volver a atacar, esta vez achacándonos un delirio de persecución, minimizando el hecho como si hubiera sido solamente un petardo de año nuevo.
Así comenzó la violencia antirreligiosa. Así se genera la espiral de la intolerancia. Así se hace difícil conversar, cuando unos tienen a la vez las armas de la dialéctica y las de la pólvora.
Así comenzó la violencia antirreligiosa. Así se genera la espiral de la intolerancia. Así se hace difícil conversar, cuando unos tienen a la vez las armas de la dialéctica y las de la pólvora.
Estoy de acuerdo contigo.
ResponderBorrarLas universidades se han convertido en nido de víboras. Por tanto, no esperes solidaridad.
"Así comenzó la violencia antirreligiosa. Así se genera la espiral de la intolerancia. Así se hace difícil conversar, cuando unos tienen a la vez las armas de la dialéctica y las de la pólvora", así es, así empezaron los nacional socialistas... triste, triste...
ResponderBorrarEs así como comprendemos que estamos en un mundo relativista, donde los valores cristianos son vulnerados, atacados, ofendidos, burlados. Pero no olvidemos que es el Padre quien nos pide fortaleza y nos la entrega para defender a nuestra Iglesia, cabe recordar que ella es el cuerpo místico de Cristo y en tanto nuestra alma permanezca en el Padre seguiremos defendiendo, en lo temporal a nuestro clero, que Dios se encarga, misericordiosamente del resto.
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