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viernes, noviembre 18, 2011

Ley discriminatoria

Carta enviada a La Tercera. No se publicó. ¿Estaremos de vuelta en el clóset, los que nos oponemos al lobby gay?
 
Ley discriminatoria
 
Señor Director:
 
Sorprendentes resultan las opiniones de Patricio Zapata sobre los alcances de la ley antidiscriminación, procediendo de un reconocido profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Católica. Por una parte, ilustra el asunto con casos hipotéticos que precisamente él no podrá decidir, sino que quedan entregados a multitud de jueces de letras. Por otra parte, no se hace cargo de la experiencia comparada, especialmente europea, que en este asunto es unánime y lapidaria: las leyes antidiscriminación tienen una sola finalidad clara, que es promover la agenda gay, y hasta han servido para imponer la adopción de niños por homosexuales (¿ignora él que la Iglesia ha perdido todas sus agencias de adopción en Inglaterra, excepto una que lucha en los tribunales?). En tercer lugar, refugia su argumento en ejemplos fáciles: sería lícita una asociación gremial exclusiva para mujeres . . . de acuerdo, pero ¿y solo para varones o solo para heterosexuales?; sería lícito que una universidad confesional prohibiera el disenso público a sus profesores, pero no conductas "estrictamente privadas" . . . de acuerdo, pero ¿son conductas estrictamente privadas las relaciones sexuales con alumnos, o con personas del mismo sexo cuando llegan a ser conocidas por cualquier medio?
 
Finalmente, mi estimado amigo reconoce que el recurso de protección "está funcionando tarde, mal y nunca", para justificar una acción especial, privilegiada, contra la discriminación arbitraria. Es decir, se da la gran paradoja de que quienes ven conculcados derechos tan importantes como la vida, la libertad de enseñanza o la propiedad, son dejados a la merced de un recurso estimado inútil; son discriminados injustamente, mientras los que puedan alegar la afectación de la igualdad disfrutan de un privilegio. Este proyecto de ley es inconstitucional.
 
 
Cristóbal Orrego
Profesor de Derecho Natural

jueves, noviembre 17, 2011

Excelente artículo de Federico García


Posteos del Día
17 de Noviembre de 2011

No existe un derecho universal al matrimonio

El reciente fallo del Tribunal Constitucional ha abierto nuevamente la discusión sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. Es comprensible que algunos homosexuales se sientan discriminados por no poder casarse, pero una mirada más amplia a la cuestión muestra que la discriminación no es todo lo que está en juego. 
Casarse no es un derecho universal, nunca lo ha sido. Los menores de edad -esos que tienen derecho a una educación de calidad-  no tienen derecho a contraer matrimonio y eso no es discriminación arbitraria.

Las sociedades se toman muy en serio el matrimonio y ponen restricciones porque de él nacen los hijos. Los niños son la siguiente generación, la que dará continuidad a la comunidad. A la generación futura,  que sólo puede venir de la unión entre hombre y mujer, hay que protegerla. Aunque este tipo uniones haya variado en el tiempo, la experiencia acumulada de la especie muestra que el ambiente más propicio para que crezcan los niños es el que resulta de la unión estable y exclusiva de sus padres.

Es por eso que el Estado da a la unión entre hombre y mujer un reconocimiento especial. No es una unión cualquiera, sino una con efectos públicos, de los cuales depende la supervivencia de la sociedad. Engendrar y criar a los nuevos ciudadanos es algo que ninguna otra institución puede hacer. Es una tarea crucial, de largo aliento y nada de fácil; le corresponde, por tanto, algún reconocimiento público.

Si se niega, como lo hizo el voto disidente del Tribunal Constitucional, que el matrimonio sea para los hijos,  habrá que preguntarse qué es lo esencial. El afecto, dicen algunos, pero no se ha examinado lo que implica. ¿Habría alguna razón de peso para prohibir la poligamia y el matrimonio entre consanguíneos si el afecto fuera lo constitutivo del matrimonio? La sociedad siempre ha reconocido múltiples y variadas relaciones de afecto (amistad, relación maestro-discípulo, etc.),  pero hasta ahora no ha visto la necesidad de que sean reguladas por el Estado. ¿De dónde viene este afán? Sólo se regulan las uniones de quienes pueden o podrían tener hijos por la importancia que esto tiene.

Así como no es discriminación arbitraria el que no se puedan casar menores de edad, consanguíneos o tríos de personas, porque ese tipo de unión iría en detrimento de los hijos, tampoco lo es el que no se puedan casar dos personas del mismo sexo, ya que por naturaleza no pueden tener descendencia y eso hace que esa unión sea radicalmente distinta de lo que es el matrimonio.

Por lo demás, los homosexuales en Chile no sufren discriminación legal: pueden organizarse, formar asociaciones, publicar sus escritos, manifestarse en la calle, etc. Lo que se busca realmente al intentar legalizar las uniones entre personas del mismo sexo es algo que tendríamos que preguntárselo a Freud.

(*) Texto publicado en El Sur, de Concepción.

miércoles, noviembre 16, 2011

Educación: enésimo show del consenso


El Mercurio
Cartas 
Miércoles 16 de Noviembre de 2011 


Disenso en educación

Señor Director:


En 2006 manifesté a usted mi insatisfacción por el informe de la comisión que la ex Presidenta Bachelet convocó para neutralizar a los pingüinos (carta "Abía una ves una comición", 3 de octubre de 2006). Entonces denuncié el maltrato de la lengua española, la jerga burocrática y sentimental, el vacío de argumentos, el resentimiento. Sugerí esperar las opiniones de Gonzalo Vial y de otros que han tenido éxito como educadores de pobres y de ricos, y que saben escribir.
Gonzalo Vial se nos fue al cielo anunciando lo que nadie quería ver y denunciando lo que nadie quería cambiar. Les recomiendo a los lectores volver a leer esas columnas sobre la educación, que no tienen desperdicio en profundidad, realismo e ironía. "La catástrofe futura que incuban la pobreza y la mala educación nos parece lejana o una profecía groseramente exagerada", decía en una de ellas. Y sobre la marcha, develó la estafa esencial del famoso "acuerdo histórico en educación", el de los brazos arriba de Bachelet con Provoste con Larraín, con Escalona . . . Rosalía con Efigenia y Lucila con Soledad.
Junto a Gonzalo Vial, una minoría importante -aunque cada día con menos voz pública- rechaza con fuerza los acuerdos que se gestan ahora. Mientras esta minoría, que ha sido exitosa merced a una filosofía de la educación probada en las aulas, no sea convocada, mientras su visión no esté representada, los acuerdos seguirán siendo estrategias de contención de los descontentos; las políticas y nuevos organismos, engaños tecnocráticos para sentir que algo se ha hecho; la inyección de más y más dinero, una dilapidación irresponsable e inútil.
A Gonzalo Vial lo tildaron de exagerado y catastrofista esos mismos que ahora entonan su enésimo mea culpa ante la presión de las izquierdas, esas expertas en manipular las necesidades y las miserias humanas, y en agravarlas cuando sus propuestas son llevadas a la práctica.

Cristóbal Orrego Sánchez
Profesor de Derecho Natural

jueves, noviembre 10, 2011

Talante moral

 
Señor Director:

Nuestros políticos tienen su prestigio moral alicaído, por justas razones.

El sarcástico columnista Liberty Valance ha remachado la idea hace un par de semanas, cuando escribió que los militantes del lobby gay tienen una lista con secretos comprometedores de miembros de la élite gobernante. Es la primera vez que se escribe en la prensa seria sobre esta doble vida de algunos, que hemos oído de buenas fuentes antes. Me imagino que ha sido el disparo de partida de la carrera por publicar la dichosa lista. Hago votos por que suceda pronto, para que sean desvelados quienes puedan estar obrando bajo chantaje y no por convicción.

En cualquier caso, por chantaje o por convicción, las decisiones simultáneas de absolver a Guido Guirardi de sus culpas y de aprobar la ley de privilegios para los homosexuales son perfectamente coherentes entre sí y con el bien merecido prestigio de la clase política.

 (Unpublished).

P.S.: Apuesto lo que quieran a que ha comenzado la carrera por filtrar escándalos de faldas de políticos chilenos, especialmente si son tenidos por conservadores (porque en otro caso no es escándalo, sino parte del modus vivendi).

martes, noviembre 08, 2011

¡Maricas al poder!

Leo en El Mercurio de ayer que el gobierno insiste en apoyar el lobby gay. Ahora se echa a correr la noticia de que podrían dar suma urgencia a su proyecto de no discriminación, que, como se sabe, tiene una sola aplicación clave.

La pregunta política (no moral, que ésta es sencilla) es si Sebastián Piñera y sus amigos de Palacio tendrán más o menos apoyo por esto. ¿Y qué hará la derecha? Quizás es mejor un gobierno de izquierda que una derecha tan liberal.