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domingo, agosto 29, 2010

UDI desunida

Los recientes acontecimientos en la UDI y, especialmente, el choque entre Jovino Novoa y Gonzalo Rojas, ponen de manifiesto la división interna del partido. 

Igual que en la crisis del precedente partido político de inspiración cristiana, el PDC, ahora el conflicto consiste en que algunos no quieren ceder en los principios y otros piensan que la conquista del poder exige hacer ciertas concesiones. 

Todos pueden arrogarse la representación del fundador, pero creo que cualquier espectador externo, simpatice o no con Jaime Guzmán, concordará conmigo en que él jamás habría transitado ni hacia el desconocimiento del gobierno militar, en el terreno meramente político; ni hacia la regulación de las parejas de hecho, mucho menos la legitimación de la conducta homosexual, en el terreno moral; ni, en fin, hacia un modo de hacer política en el cual la máquina pesa más que la mística.

El tercio de la identidad originaria, liderado por JA Kast, ha de crecer o emigrar.

  


sábado, agosto 21, 2010

Rectifica detalles . . . o no tan detalles

Rectifico carta a El Mercurio. 

Me escribió un amigo diciendo que no hay que confiar en la memoria, porque el que escribió la carta que yo comentaba fue Fernando Castillo (su hermano Jaime murió hace varios años). Luego dice que parece que yo he visto poco a don Francisco en TV. Y entonces recuerdo que, en realidad, don Francisco fue uno de los primeros motivos de queja de quienes veían que canal 13 se deslizaba por la pendiente decadente. A mi amigo le parece un tipo chabacano, que es responsable de la corrupción de muchos jóvenes y niñas, porque siempre insinúa que el pololeo normal es carnal, aparte de sus permanentes segundas intenciones.

Le respondí que, efectivamente, me equivoqué con las dos cosas, por escribir a la rápida. Lo de Jaime por Fernando lo rectifiqué en El Mercurio, pero no podré rectificar lo de don Francisco, que se debe a mi mala memoria y a haber recordado solamente algunos actos suyos buenos, positivos. Por ejemplo, don Francisco ayudó a un señor de la TV a volver con su mujer legítima, a no sacrificar a su familia por la farándula. Lo contó el protagonista (no don Francisco) en una entrevista del diario, y me impresionó bastante.

Pero en realidad luego me estuve acordando de sus Sábados Gigantes, y otro poco de hace años, cuando lo veía, aparte de los aspectos inmorales de la Teletón, y creo que no debí haberlo mencionado como modelo. Aunque él sea de lo menos chabacano que queda en Canal 13. Con los puntos de comparación, todo cambia un poco; pero igual entiendo que se hayan extrañado todos los que recuerdan bien a don Francisco en todas sus facetas.




martes, agosto 17, 2010

Canal 13

Una carta publicada en El Mercurio. La edición impresa se refiere a Jaime, en lugar de Fernando Castillo Velasco. Fue un lapsus lamentable que cometí yo al enviarla, por lo que pido disculpas.



Cartas 
Martes 17 de Agosto de 2010 
Canal 13

Señor Director:

La sugerencia sobre Canal 13 del ex rector don Fernando Castillo Velasco me parece sensata y para nada anclada en el pasado. Está planteada, además, con una humildad y generosidad que me hacen sentir vergüenza de mi propia manera de opinar sobre temas públicos, tan agresiva tantas veces.
La Iglesia y la Universidad Católica no deben renunciar a un patrimonio estratégico de esa envergadura. Si así obran, por admitir el prejuicio de que solamente cometiendo el mal se puede sostener un buen negocio en el ámbito de la televisión abierta, se harán cómplices de que ese mal se continúe en el futuro. Por el contrario, si siguen la recomendación de don Fernando, si estudian el asunto con más calma y llaman a las personas capaces, verán que es posible promover un negocio rentable de acuerdo con la moral cristiana. Rentable no significa millonario. Significa, eso sí, renunciar a seguir las directrices y a avalar los estilos de quienes no respetan el ideal católico, dentro de Canal 13. Y no se trata de discriminar a nadie por su religión, pues hay católicos que no creen en su ideal, y hay no católicos -como don Francisco- cuya buena voluntad y sentido común han sido siempre un ejemplo para todos.
Solamente les pedimos, a la jerarquía de la Iglesia y a la Universidad, un poco de confianza en la humanidad, y un poco de desconfianza en los seres humanos que han secuestrado el canal católico por tantos años. La misma petición dirigimos a los nuevos dueños controladores, si esta venta aparentemente inoportuna no se revierte: que asuman como católicos empresarios el desafío de levantar de las cenizas un canal católico, sin miedo a despedir a quienes atornillan al revés, y sin demoras para llamar a trabajar a quienes confían en la capacidad de nuestro pueblo de disfrutar y de divertirse con lo que es limpio y hermoso.
CRISTÓBAL ORREGO SÁNCHEZ

domingo, agosto 08, 2010

El 13, a debate

Uno puede confiar en que la prudencia de las autoridades de la UC y de la Iglesia en Chile ha estado presente en la venta de Canal 13 a un buen empresario cristiano.

Fuera de esa confianza, parece una real insensatez. Si el canal sigue tan sucio como hasta ahora, pero ganando plata, la Iglesia misma y la Universidad son responsables de cooperar con el mal. Y su nombre no desaparece, porque tienen un tercio del negocio.

Por eso, aconsejo esperar, y debatir, mientras se van conociendo los detalles de lo que parece descabellado, pero que probablemente tiene cabellos en alguna parte.

Escribo en un computador sin tildes, por lo que ruego disculpar la rareza del lenguaje.

Una nueve elite chilena?

En La Tercera. El título mío era "Una nueve elite chilena?".

03/08/2010 - 04:00

Las claves de la nueva elite


Señor director:

 
Un amigo me recomendó la columna de Andrés Benítez "Las claves de la nueva elite" como modelo insuperado de frivolidad, según él. Y tiene razón. No hay otra palabra para calificar unas líneas que reducen lo que se requiere para formar parte de la elite a saber inglés (yes, fantastic, but too many idiots speak English!), haber estudiado en un puñado de universidades (¡el rector deja fuera la suya propia!), hacer como que te gusta la política, ser esclavo de las modas culturales (¡poder comentar un libro de culto, una película independiente!) y vestirse con un sastre o en tal o cual rincón.

 
Quizás lo más superficial fue decir que "la lista es dura", como si casi todo lo anterior no pudiera conseguirse con suficiente dinero. Y la culminación de lo mostrenco fue calificar sus "claves" como "más vinculadas al mérito que a la herencia". De un rector universitario uno espera más. O, por lo menos, algo: que señale con sentido crítico lo que realmente significa el mérito, y no una sarta de consejos para arribistas.

 
Señor Director: Todo esto es una payasada; mi frase en inglés, en esta carta, una siutiquería para reírnos todos un rato -la elite sabe reír-; pero la necesaria y lenta renovación de las elites, mediante la incorporación de personas meritorias y de sus familias, no se beneficia con una receta liviana de sociología barata.

 

Cristóbal Orrego Sánchez

Iglesia y homosexuales

En La Segunda.

Si hasta los de la propia vereda dicen tonteras, ya no sabemos lo que va a pasar. O, peor . . .: lo sabemos.


La Segunda
Cartas
Lunes 02 de Agosto de 2010


Iglesia y homosexuales


Señora Directora:

 
Don Luis Eugenio Silva, en su intento bien intencionado de defender la ley natural sobre el matrimonio, afirma que “la Iglesia no está en contra de una regularización contractual de las parejas de hecho, hétero u homosexuales”. Esta tesis es falsa, aunque sea un error extendido entre los católicos de buena voluntad. Ninguna conducta inmoral puede ser contractualmente regularizada, porque su objeto es ilícito.



Con respecto a los homosexuales, un documento magisterial firmado por el entonces Cardenal Joseph Ratzinger enseña que “es necesario oponerse en forma clara e incisiva” al “reconocimiento legal de las uniones homosexuales” (C.D.F.: «Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales», 2003, n. 5). Lo más que cabe admitir es la tolerancia de hecho del mal, a la vez que se lucha por contener sus malos efectos sobre la moralidad pública (ibidem). Además, “si todos los fieles están obligados a oponerse al reconocimiento legal de las uniones homosexuales, los políticos católicos lo están en modo especial, según la responsabilidad que les es propia” (ibid. n. 10).



Por su parte, el Pontificio Consejo para la Familia expresó algo análogo respecto de las otras uniones de hecho, aun heterosexuales, en su documento «Familia, matrimonio y “uniones de hecho”» (2000).



La ignorancia de algunos sacerdotes, el liberalismo desatado de otros, y la deformación aterradora de algunos laicos prominentes, incluidos insignes discípulos de Jaime Guzmán, no pueden borrar lo que cualquier hijo de vecino puede leer en Internet.



Cristóbal Orrego Sánchez
Profesor de Derecho Natural