Los recientes acontecimientos en la UDI y, especialmente, el choque entre Jovino Novoa y Gonzalo Rojas, ponen de manifiesto la división interna del partido.
Igual que en la crisis del precedente partido político de inspiración cristiana, el PDC, ahora el conflicto consiste en que algunos no quieren ceder en los principios y otros piensan que la conquista del poder exige hacer ciertas concesiones.
Todos pueden arrogarse la representación del fundador, pero creo que cualquier espectador externo, simpatice o no con Jaime Guzmán, concordará conmigo en que él jamás habría transitado ni hacia el desconocimiento del gobierno militar, en el terreno meramente político; ni hacia la regulación de las parejas de hecho, mucho menos la legitimación de la conducta homosexual, en el terreno moral; ni, en fin, hacia un modo de hacer política en el cual la máquina pesa más que la mística.
El tercio de la identidad originaria, liderado por JA Kast, ha de crecer o emigrar.
El escenario que me parece más probable, aunque aún se ve lejano, es la emigración de aquel tercio de la identidad originaria, liderado por José Antonio Kast, lo que terminará siendo el fin de la UDI.
ResponderBorrarJorge M.