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martes, marzo 30, 2010

Carlos Peña y Felipe Berríos firmes junto al Papa

Uno de los efectos saludables e increíbles de la crisis de la pedofilia es que Carlos Peña y Felipe Berríos se han unido a la mano dura y la tolerancia cero de Benedicto XVI en un asunto de moral sexual. 


Quizás la pedofilia ha terminado por ser el último reducto de la intolerancia transversalmente compartida.


Lo que nos queda por ver. 



viernes, marzo 26, 2010

Caen las máscaras: NYT, hipocresía laicista

Ya queda claro que a la Iglesia y al Papa les preocupan los niños, y limpiar las filas del sacerdocio; pero la conjura contra la vida, el lobby liberal, bajo la máscara de preocupación por las víctimas oculta, y ya no oculta, una desatada campaña contra el Papa y contra la Iglesia. Es hora de defenderlos, de contraatacar a los hipócritas.

Leed, cortesía de Noticias de la ONU.

NOTICIAS GLOBALES, Año XIII. Número 906, 13/10. Gacetilla n° 1029. Buenos Aires, 26 marzo 2010

1029) MASSIMO INTROVIGNE: PEDOFILIA. MIENTE EL NEW YORK TIMES. Fuentes: The New York Times; CENSUR y Zenit, 25-03-10

“¿De cuántos de estos “descubrimientos” tenemos aún necesidad para darnos cuenta de que el ataque contra el Papa no tiene nada que ver con la defensa de las víctimas de los casos de pedofilia (…) sino que intenta desacreditar a un Pontífice y a una Iglesia que molestan a los lobbies por su eficaz acción de defensa de la vida y de la familia?”

¿Quiénes aportan al libreto del New York Times? ¿Qué conexión existe entre el lobby anticatólico que representa ese periódico y los grupos de “disidentes católicos” que no están en comunión con la Iglesia?

Massimo Introvigne, Director del CESNUR (Centro studi sulle nuove religioni), sale al paso frente a otro intento de enlodar a Benedicto XVI (vid. NG 1028). Una vez más el New York Times y la prensa mundial que le hace coro, son instrumento de las logias y los lobbies anticatólicos. Basados en la traducción de Zenit, publicamos la declaración de Introvigne:

El lobby laicista contra el Papa. El gran bulo del New York Times

“Si hay un periódico que me viene a la mente cuando se habla de lobbies laicistas y anticatólicos, este es el New York Times. El 25 de marzo de 2010, el diario de Nueva York ha confirmado esta vocación suya con un increíble bulo relativo a Benedicto XVI y al cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone.

“Según el diario, en 1996 los cardenales Ratzinger y Bertone habrían ocultado el caso, señalado a la Congregación para la Doctrina de la Fe por la arquidiócesis de Milwaukee, relativo a un cura pedófilo, Lawrence Murphy. Increíblemente -tras años de precisiones y después de que el documento fue publicado y comentado ampliamente en medio mundo, revelando las falsificaciones y los errores de traducción de los lobbies laicistas- el New York Times acusa ahora a la instrucción Crimen sollicitationis de 1962 (en realidad, segunda edición de un texto de 1922) de haber sido usada para impedir que el caso Murphy fuese denunciado a las autoridades civiles.

“Los hechos son un poco distintos. Alrededor de 1975 Murphy fue acusado de abusos particularmente graves y desagradables en un colegio para menores sordos. El caso fue inmediatamente denunciado a las autoridades civiles, que no encontraron pruebas suficientes para proceder contra Murphy. La Iglesia, en esta cuestión más severa que el Estado, continuó sin embargo con persistencia indagando sobre Murphy y, dado que sospechaba que fuese culpable, a limitar de diversos modos su ejercicio del ministerio, a pesar de que la denuncia contra él hubiese sido archivada por la magistratura correspondiente.

“Veinte años después de los hechos, en 1995 -en un clima de fuertes polémicas sobre los casos de los “curas pedófilos”- la archidiócesis de Milwaukee consideró oportuno señalar el caso a la Congregación para la Doctrina de la Fe. El señalamiento era relativo a violaciones de la disciplina de la confesión, materia de competencia de la Congregación, y no tenía nada que ver con la investigación civil, que se había llevado a cabo y que había concluido veinte años antes. Se debe también observar que en los veinte años precedentes a 1995 no había habido ningún hecho nuevo, o una nueva acusación hacia Murphy. Los hechos de los que se discutía eran aún aquellos de 1975. La archidiócesis señaló también a Roma que Murphy estaba moribundo. La Congregación para la Doctrina de la Fe ciertamente no publicó documentos y declaraciones veinte años después de los hechos, sino que recomendó que se continuase limitando las actividades pastorales de Murphy y que se le pidiese que admitiera públicamente sus responsabilidades. Cuatro meses después de la intervención romana, Murphy murió.

“Este nuevo ejemplo de periodismo basura confirma cómo funcionan los “pánicos morales”. Para enfangar a la persona del Santo Padre se remueve un episodio de hace treinta y cinco años, conocido y discutido por la prensa local ya a mitad de los años 70, cuya gestión -en cuanto era de su competencia y un cuarto de siglo después de los hechos- por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, fue canónica y moralmente impecable, y mucho más severa que la de las autoridades estatales americanas. ¿De cuántos de estos “descubrimientos” tenemos aún necesidad para darnos cuenta de que el ataque contra el Papa no tiene nada que ver con la defensa de las víctimas de los casos de pedofilia -ciertamente graves, inaceptables y criminales, como Benedicto XVI ha recordado con tanta severidad- sino que intenta desacreditar a un Pontífice y a una Iglesia que molestan a los lobbies por su eficaz acción de defensa de la vida y de la familia?”

Nota del editor de Noticias Globales:

El “caso Murphy” entre 1977 y 2002, fue competencia del entonces arzobispo de Milwaukee, Mons. Rembert G. Weakland, oprobio para la Iglesia. El diario de New York ha dedicado a Weakland numerosos y grandes espacios. El arzobispo dimisionario sigue siendo, a pesar de todo, elogiado en ámbitos de la “disidencia católica”. Entonces, cabe preguntarse: ¿Quiénes aportan al libreto del New York Times? ¿Qué conexión existe entre el lobby anticatólico que representa ese periódico y los grupos de “disidentes católicos” que no están en comunión con la Iglesia? FIN, 26-03-10

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NOTICIAS GLOBALES es un boletín de noticias sobre temas que se relacionan con la PROMOCIÓN Y DEFENSA DE LA VIDA HUMANA Y LA FAMILIA. Editor: Pbro. Dr. Juan Claudio Sanahuja; E-mail: noticiasglobales@noticiasglobales.org ; http://www.noticiasglobales.org ;

Citando la fuente y el nombre del autor, se autoriza la reproducción total o parcial de los artículos contenidos en cada número del boletín. 

miércoles, marzo 24, 2010

La Nación apoya a las madres: mensaje para el SERNAM

La Nación recoge este artículo, de mundial actualidad:

La buena madre y política moderna



Por Katrin Bennhold (*)

Pese a la desaprobación de los conservadores de su partido, la nueva estrella en Alemania es una madre de siete hijos que combinó la maternidad y su carrera.

Lo que irrita de Ursula von der Leyen a los conservadores de su partido es que posee las que en la Europa moderna pasan por impecables credenciales conservadoras: está casada, bendice la mesa todas las noches y tiene siete hijos. De manera que cuando la popular ministra subsidia a los padres para que cuiden a sus hijos, o se palmotea el trasero cuando el diario Süddeutsche Zeitung de Munich le pregunta qué parte del cuerpo mira primero en un hombre, es más difícil todavía atacarla.
Peter Ramsauer, del partido bávaro hermano de los democratacristianos lo intentó, murmurando que los hombres no necesitaban “una beca para cambiar pañales”. La bávara Maria Eichhorn, miembro desde hace mucho tiempo del Parlamento, advirtió que la ministra amenazaba la institución del matrimonio. Pero Von der Leyen, de 51 años de edad, pasó por alto las críticas y siguió hablando de su familia: de cómo su Ph. D. en Medicina y su carrera no le impidieron tener hijos. De cómo su esposo, un profesor de Medicina, trabajó a tiempo parcial durante años para estar con los hijos, que tienen ahora entre 10 y 22 años.
En un país donde estadísticamente las mujeres tienen 1,38 hijos y sólo 6% de las madres retoman un trabajo a tiempo completo luego de su segundo hijo, Von der Leyen (primero ministra de la Familia y ahora de Trabajo) es difícil de creer. “No puedo existir en Alemania”, dijo en una entrevista. Cuando su celular sonó en medio de la conversación, contestó y le aseguró a una hija que estaba casi por partir a casa. Luego mostró su regalo favorito de Navidad: un collage fotográfico de sus cuatro hijas, tres hijos, más perro y caballo.
Se necesitó una madre tradicional aunque mentalizada en su carrera para empezar a derribar tabúes que son tan antiguos como la misma Alemania. Los diarios la llaman “Supermamá”, “Madre de la Nación” y “Revolucionaria de la Familia”. Algunos señalan sus conexiones: su padre fue primer ministro de la Baja Sajonia. El dinero jamás fue un tema. Siempre tuvo a una señora de la limpieza, una niñera, pero nunca al “mayordomo” que afirman algunos resentidos colegas de partido. Algunas feministas encuentran embarazosa su piedad. “Esa mujer”, suspiran. Pero Von der Leyen parece tener el sostenido apoyo de los alemanes de clase media que ya no pueden permitirse tener una mujer que se quede en casa y críe a los hijos. Sobre todo, ella no tiene dudas de que Alemania estaría mejor si más mujeres fuesen como ella. “Se que soy una buena madre”, dice, sonriendo.
No siempre estuvo tan segura. En la época en que tenía tres hijos y era una doctora a tiempo parcial que trataba de trabajar cerca de un kindergarten que cerraba a la una de la tarde en Alemania del norte, su esposo obtuvo una beca en la Universidad de Stanford (Estados Unidos). La familia se trasladó a California por cuatro años, llevando consigo un equipaje emocional. “Llegamos de Alemania acosados por la culpa”, dice. “Me preocupaba ser una mala madre. A mi esposo le preocupaba si no debería trabajar aún más fuerte”.
Los años en California, donde estudió Economía de la Salud e hizo investigación en Stanford, fueron un punto de inflexión. “Fue la primera vez que no se me criticaba como madre por querer trabajar o como profesional por tener hijos”, dijo. “Por el contrario, la actitud en Estados Unidos era: tienes hijos, eso está muy bien. Ahora trabaja porque tienes que pagar el colegio”. “Fue liberador”, dijo. Tan liberador que tuvo otros cuatro hijos y, en 2001, entró a la política.
Un año más tarde era ministra de la Familia de su estado natal de Baja Sajonia y en 2005 la Canciller Angela Merkel la llevó a Berlín. Von der Leyen se convirtió en una estrella nacional, superando a muchos de su partido que habían servido años con la esperanza de una catapulta similar. Desde entonces, se ha empeñado en rehacer a su país más o menos a su imagen. Si Alemania no atiende a las mujeres educadas que quieren tener hijos y una carrera, ellas se irán de Alemania. “Cuando la señal es ‘si tienes hijos estás fuera’, entonces quienes quieren trabajar tienen dos opciones: no tienen hijos o emigran”, dijo Von der Leyen. Espera que la “fuga de cerebros femeninos” sea evitada. “Las cosas están cambiando. Cuando mis hijas hayan crecido dirán, ‘¿cuál era el problema?’”.



(*) Herald Tribune, derechos exclusivos para La Nación

lunes, marzo 22, 2010

Recomendado del blog Pensar por Libre:



Rafael Navarro-Valls, catedrático de Derecho en la Universidad Complutense y Académico de número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, publica hoy en "el Mundo" este artículo.
Lo reproduzco entero, a pesar de que es largo. Os aconsejo que lo imprimáis para leerlo y meditarlo con calma sobre el papel.

Un tribunal de la Haya decidió en julio de 2006 que el partido pedófilo Diversidad, Libertad y Amor Fraternal ( PNVD, siglas holandesas) , “ no puede ser prohibido, ya que tiene el mismo derecho a existir que cualquier otra formación”. Los objetivos de este partido político eran: reducir la edad de consentimiento (12 años) para mantener relaciones sexuales, legalizar la pornografía infantil, respaldar la emisión de porno duro en horario diurno de televisión y autorizar la zoofilia. El partido acaba de disolverse esta misma semana. Al parecer, ha contribuido decisivamente la “dura campaña” lanzada desde todos los frentes, internet incluido, por el sacerdote católico F.Di Noto, implacable en la lucha contra la pedofilia.

Esta buena noticia - cuyo protagonista es un sacerdote católico - coincide con otra mala, protagonizada también por sacerdotes de esta confesión. Me refiero a la tempestad mediática desatada por abusos sexuales de algunos clérigos sobre menores de edad. Estos son los datos: 3.000 casos de sacerdotes diocesanos involucrados en delitos cometidos en los últimos cincuenta años, aunque no todos declarados culpables por sentencia condenatoria. Según Charles J. Sicluna – algo así como el fiscal general del organismo de la Santa Sede encargado de estos delitos - : “ el 60% de estos casos son de ‘efebofilia’, o sea de atracción sexual por adolescentes del mismo sexo; el 30% son de relaciones heterosexuales, y el 10%, de actos de pederastia verdadera y propia, esto es, por atracción sexual hacia niños impúberes. Estos últimos, son unos trescientos. Son siempre demasiados, pero hay que reconocer que el fenómeno no está tan difundido como se dice”.

Efectivamente, si se tiene en cuenta que hoy existen unos 500.000 sacerdotes diocesanos y religiosos, esos datos –sin dejar de ser tristes, - suponen un tanto por ciento no superior al 0.6%. El trabajo científico más sólido que conozco de autor no católico es el del profesor Philip Jenkins, Pedophiles and Priest, Anatomy of a Contemporary Crisis ( Oxford University Press). Su tesis es que la proporción de clérigos con problemas de desorden sexual es menor en la Iglesia Católica que en otras confesiones. Y, sobre todo, mucho menor que en otros modelos institucionales de convivencia organizada. Si en la Iglesia Católica pueden ahora resaltar más - y antes- es por la centralización eclesiástica de Roma, que permite recoger información, contabilizar y conocer los problemas con más inmediatez que en otras instituciones y organizaciones, confesionales o no. Hay dos ejemplos recientes que confirman los análisis de Jenkins. Los datos que acaban de facilitar las autoridades austríacas indican que, en un mismo período de tiempo, los casos de abusos sexuales señalados en instituciones vinculadas a la Iglesia han sido 17, mientras que en otros ambientes eran 510. Según un informe publicado por Luigi Accatoli ( un clásico del Corriere della Sera) , de los 210.000 casos de abusos sexuales registrados en Alemania desde 1995, solamente 94 corresponden a personas e instituciones de la Iglesia católica. Eso supone un 0,045% .

Me da la impresión de que se está generando un clima artificial de “pánico moral”, al que no es ajeno cierta pandemia mediática o literaria centrada en las “desviaciones sexuales del clero”, convertidas en una suerte de pantano moral. Nada nuevo, por otra parte, pero que ahora alcanza cotas desproporcionadas, al conocerse hace unos días los casos ocurridos en Alemania, Austria y Holanda. La campaña recuerda las leyendas negras sobre el tema en la Europa Medieval, la Inglaterra de los Tudor, la Francia revolucionaria o la Alemania nacional-socialista. Coincido con Jenkins cuando observa : “ el poder propagandístico permanente de la cuestión pedófila fue uno de los medios de propaganda y acoso utilizados por los políticos, en su intento de romper el poder de la Iglesia católica alemana, especialmente en el ámbito de la educación y servicios sociales”. Esta idea es ilustrativa, si se piensa en aquel comentario de Himmler : “ nadie sabe muy bien lo que ocurre tras los muros de los monasterios y en las filas de la comunidad de Roma…" Hoy también se mezcla la información de datos y hechos con insinuaciones y equívocos provocados. Al final, la impresión es que la única culpable de esa triste situación es la Iglesia católica y su moral sexual.

Dicho esto, es evidente que el problema tiene la gravedad suficiente para abordarlo sin oblicuidades. Vayamos a sus causas. Debo reconocer que me llamó la atención el énfasis que Benedicto XVI puso en la reiterada condena de estos abusos en su viaje a Estados Unidos. Los analistas esperaban, desde luego, alguna referencia al tema. Pero sorprendió que por cuatro veces aludiera a estos escándalos. Y es que, en realidad, esta cuestión hunde sus raíces en los años sesenta y setenta, pero estalla a principios del nuevo milenio con sus repercusiones patrimoniales y de reparación para las víctimas. Algo, pensaba yo, que pertenece al pasado. A un pasado que coincidió con la llamarada de la revolución sexual de los sesenta. Por entonces se descubrió, entre otras filias y fobias, la “novedad” de la pedofilia, apuntando, entre otros objetivos, a la demolición de las “murallas” levantadas para impedir el contacto erótico entre adultos y menores. ¿Quién no recuerda – en torno a aquellos años - a Mrs Robinson y a Lolita…? Si se hurga un poco comprobaremos que algunos de los más inflexibles “moralistas” actuales, fueron apóstoles activos de la liberación sexual de los sesenta/setenta.

Esta revolución ha marcado a una cultura y a su época, dejando una profunda huella, que contagió también a ciertos ambientes clericales. Así, algunas Universidades católicas de América y Europa desarrollaron enseñanzas con una concepción equívoca de la sexualidad humana y de la teología moral. Al igual que toda una generación, algunos de los seminaristas no fueron inmunes y actuaron luego de modo indigno. Contra esa podredumbre se enfrentó decididamente Juan Pablo II, cancelando el permiso de enseñar en esas Universidades a algunos docentes, entre ellos a Charles Curran, exponente cualificado de aquella corriente.

Benedicto XVI, no obstante las raíces antiguas del problema, decidió actuar con tolerancia cero en algo que mancha el honor del sacerdocio y la integridad de las víctimas. De ahí sus reiteradas referencias al tema en Estados Unidos y su rápida reacción convocando a Roma a los responsables, cuando el problema estalló en algunas diócesis irlandesas. De hecho acaba de hacerse pública una dura carta a la Iglesia en Irlanda donde el Papa viene a llamar “traidores” a los culpables de los abusos y anuncia, entre otras medidas, una rigurosa inspección en diócesis, seminarios y organizaciones religiosas. Resulta sarcástico el intento de involucrarle ahora en escándalos sexuales de algún sacerdote de la diócesis que regentó hace años el arzobispo Ratzinger. Sobre todo si se piensa que fue precisamente el cardenal Ratzinger quien, como prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, firmó el 18 de mayo de 2001 la circular De delictis gravioribus' (“crímenes más graves”) con duras medidas ejecutivas contra esos comportamientos. El propio hecho de reservar a la Santa Sede juzgar los casos de pedofilia (junto con los atentados contra los sacramentos de la Eucaristía y la Confesión) subraya la gravedad que les confiere, así como el propósito de que el juicio no aparezca “condicionado” por otras instancias locales, potencialmente más influenciables.

Desde luego, en todas partes cuecen habas. Nigel Hamilton ha escrito sobre la presidencia de EE.UU: “En la Casa Blanca hemos tenido a violadores, mariposones, y, para decirlo suavemente, personas con preferencias sexuales poco habituales. Hemos tenido asesinos, esclavistas, estafadores, alcohólicos, ludópatas y adictos de todo tipo. Cuando un amigo le preguntó al presidente Kennedy por qué permitía que su lujuria interfiriese en la seguridad nacional, respondió: "No puedo evitarlo".

Ante el problema, la Iglesia es una de las pocas instituciones que no ha cerrado las ventanas ni atrancado las puertas hasta que pase la tormenta. No se ha acurrucado en sí misma “hasta que los bárbaros se retiren a los bosques”. Ha plantado cara al problema, ha endurecido su legislación, ha pedido perdón a las víctimas, las ha indemnizado y se ha tornado implacable con los agresores. Denunciemos los errores, desde luego, pero seamos justos con quienes sí quieren –a diferencia de Kennedy- evitarlos.

Rafael Navarro-Valls 

El camello

Yo tengo derecho a criticar a Piñera por no cumplir sus promesas sobre LAN y Chilevisión a tiempo. Tengo ese derecho, sobre todo, porque no he dejado pasar los errores de campaña, ni sobre sus posiciones de fondo en algunos temas; y también porque he denunciado la corrupción de los regímenes precedentes.

Igual pienso que un retraso, unido al avance del proceso, no es una falta grave. 

Más grave es que algunos críticos, que han callado ante el robo o saqueo del Estado que ha llevado adelante la Concertación, se escandalicen ahora por este retraso. Y clamen de una manera que no es creíble contra lo que les parece abominable. 



jueves, marzo 18, 2010

Razonamiento católico contra banalidad clerical

Hoy en El Mercurio:

Cartas 
Jueves 18 de Marzo de 2010 
Dios y el terremoto

Señor Director:

Hemos leído la opinión de dos conocidos sacerdotes sobre el terremoto. Ambos sostienen que Dios no tiene nada que ver con el desastre que nos asoló. Que éste se explica por causas físicas que la ciencia puede establecer. Uno de ellos llega a decir que “Dios no tiene nada que ver con esto. Él no envía este tipo de cosas, porque si hiciera eso, yo por lo menos no le habría entregado ni un segundo de mi vida. Porque ése sería un Dios castigador, enjuiciador, horrible, un monstruo de Dios, y eso al final termina siendo una caricatura, y Él no es así. El Dios que se nos ha revelado en Jesucristo es el del amor, el de la misericordia, el que nos perdona, el que está con nosotros y vive con nosotros”.
Hablaré como católico, desde la fe, debido a la condición de sacerdotes que tienen los autores de las opiniones que comento.
Sin lugar a dudas, en los caminos de Dios hay misterios difíciles de entender, pero más allá de eso, me parece que la fe nos enseña que nada hay que escape al sabio gobierno divino. Precisamente, un Dios al que se le “escapan cosas” del mundo pareciera no ser Dios. Me parece que, misterio de por medio, aun en estos desastres deberíamos poder ver la mano amorosa de Dios.
El Credo que proclama la fe católica dice sobre Jesucristo: “Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos”. Pareciera que, según esto, no hay oposición entre un Dios Amor y un Dios que juzga. Tampoco pareciera haberla entre un Dios Amor y un Dios que castiga. Juzgar y castigar, junto con otras, por supuesto, parecieran ser también tareas de un padre amoroso. No estoy sugiriendo con esto que el terremoto haya sido un castigo debido a culpas nuestras que podamos determinar. Eso Dios lo sabe, no nosotros. Lo que sí creo es que, más que sacar a Dios de en medio, lo que debemos hacer es intentar leer con los ojos de la fe el significado que el terremoto pueda tener en el orden de la Providencia divina, aun cuando no lleguemos nunca a develar el misterio.
José Luis Widow
Universidad Adolfo Ibáñez

miércoles, marzo 17, 2010

Cura Buena Honda exculpa a Dios del Terremoto: tierno . . .

Me van a perdonar, pero llevo sangre anticlerical en las venas. Vamos a ejercer de vez en cuando el deber y el derecho de opinar sobre las tonterías que algunos buenos curas hacen circular en público, a ver si cuidan más la lengua. Vamos a personificarlos solamente en el CBH o Cura Buena Honda, y siempre, a cada uno, para no herir ni difamar, lo voy a ningunear, como hacía Gonzalo Vial, para que nos centremos en el argumento y no en la persona.

Leed al CBH, consolador de mujeres sensibles:

-¿Y qué sucede con la fe? En momentos tan trágicos parece siempre peligrar entre algunas personas. ¿Qué se les dice a ellas?
“Es muy difícil esta pregunta, porque mucha gente se la cuestiona y seriamente; ‘¿por qué Dios nos mandó esto? ¿Por qué a mí? ¿Dónde estaba Dios en ese momento del terremoto y del tsunami?’. Y son preguntas que naturales, pero es precisamente ahí que la fe nos ayuda a entender que, en primer lugar, Dios no tiene nada que ver con esto. Él no envía este tipo de cosas, porque si hiciera eso, yo por lo menos, no le habría entregado ni un segundo de mi vida. Porque ese sería un Dios castigador, enjuiciador, horrible, un monstruo de Dios, y eso al final termina siendo una caricatura, y Él no es así. El Dios que se nos ha revelado en Jesucristo es el del amor, el de la misericordia, el que nos perdona, el que está con nosotros y vive con nosotros”.

-¿También ha estado presente en el terremoto?
“Claro que lo hemos visto en esta catástrofe, en los miles de héroes anónimos que salvaron vidas, en los miles de voluntarios que todavía están en las regiones ayudando a remover los escombros y a reconstruir lo que está dañado, en la solidaridad de cada chileno y chilena que ayudó en esta emergencia. Allí está Dios y sabemos que es amor y dolor también, porque murió crucificado y conoce muy profundamente el sufrimiento humano. Por eso confiamos en que nos va a dar la fuerza y nos va a ayudar. Pero no hay que confundir que Dios puede actuar interviniendo en un terremoto para darnos algún ejemplo, porque eso no lo hace Dios. Aquí hay una explicación científica que enseña perfectamente el fenómeno que vivimos”.

Es una tontería decir que "Dios no tiene nada que ver con esto". Dios es Todopoderoso y es ridículo pensar que no podría haber evitado el terremoto. Podía haberlo evitado y no lo hizo. Decir que Dios no se vale de las causas naturales para transmitirnos su voluntad, para hacernos pensar y reaccionar, es negar algo básico del cristianismo: detrás de cualquier acontecimiento, nos parezca bueno o malo, está de alguna manera la Voluntad de Dios.

La Mano de Dios no estuvo solamente en la conversión del doctor Nathanson, sino también en el gol de Maradona. Nada sucede sin que Dios lo quiera o lo permita.

Él quiere decirnos algo, movido por su infinito amor y misericordia.

El mismo CBH dice:

Padre, ¿tiene algún vicio privado?
“Me gustan mucho los vinos y, por lo tanto, estudio mucho el tema; me compro libros, encuentro fascinante su mundo. No soy ningún experto de nada, pero me gusta. Cuando viví en Italia me compré libros para conocer los vinos italianos, los vinos españoles...”.

-¿Es de estas personas que beben todos los días una copa?
“Sí”.

-¿Sólo una?
“A veces más de una (sonríe)”.
Bien, fantástico: sonrisa de CBH. Quizás podríamos estudiar un poco más de doctrina católica, y un poco menos sobre vinos. Y tomar más de una dosis de Sagrada Escritura. Y adentrarse en la Carta Salvifici Doloris, ya recomendada.


domingo, marzo 14, 2010

Daño al Ecumenismo

Mediante el acto de oración por la patria, la sociedad chilena cumplió su deber público de reconocer la soberanía de Dios, al acudir a su protección paternal. La presencia del Presidente y de los más altos funcionarios del Estado hace realidad la idea de que la separación jurídica entre la Iglesia y el Estado no equivale a la exclusión de Dios de la vida pública, ni puede confundirse con la soberbia de desconocer la dependencia colectiva respecto del Señor de la Historia.

Lamento, sin embargo, el daño que se le hizo al movimiento ecuménico por el hecho de que interviniera públicamente una señora "pastora evangélica", vestida con el traje clerical romano, que tantos sacerdotes católicos se niegan a usar. Habiendo otros muchos pastores evangélicos disponibles, resultó imprudente exhibir públicamente un asunto que nos divide, en lugar de poner el acento en lo que nos une.

La Iglesia católica y muchos grupos no católicos, fieles a la práctica de Jesucristo, se oponen a la ordenación de las mujeres. No debiera haber ninguna ambigüedad en el camino hacia la unidad plena, que tanto deseamos.

viernes, marzo 12, 2010

Ya lo sabíamos, pero ¿dónde exactamente?


The Devil is living in the Vatican, says the Pope's chief exorcist

CHILD sex scandals rocking the Catholic Church are proof of the Devil living in the Vatican, the Pope's chief exorcist claims.
Father Gabriel Amorth, 84, who has carried out more than 70,000 exorcisms in 50 years, said that Pope Benedict "fully agreed" with him in "casting out evil".
In the last few months, the Catholic Church have been rocked by a series of sex scandals in Ireland, Holland and, most recently, Germany.
Even the Pope's brother, Father Georg Ratzinger, has admitted he hit choir boys.
Italian priest Fr Amorth said: "His Holiness fully believes in casting out evil.
"The Devil lives in the Vatican. Naturally it's difficult to find proof but the true consequences are visible.
"We have cardinals who don't believe in Christ, bishops connected with demons.
"Then we have these stories of paedophilia. You can see the rot when we speak of Satan's smoke in the holy rooms of the Vatican."
Fr Amorth was speaking yesterday during the launch of Memoirs Of An Exorcist, written by Italian journalist Marco Tosatti.
Fr Amorth, the basis for the priest in hit horror movie The Exorcist, said he had "six or seven assistants" to help him hold down possessed people while carrying out exorcisms.
He thinks the 1981 attempt on the life of the late Pope John Paul II and the recent attack on Benedict were the work of the Devil.
He also criticised JK Rowling books, saying: "Behind Harry Potter hides the signature of the king of the darkness."

jueves, marzo 11, 2010

Dios en la Tierra


En estos momentos en que hemos estado tan cerca del sufrimiento, pero también de la alegría y de la esperanza, me atrevo a recomendar la meditación de la Carta Apostólica "Salvifici doloris", de Juan Pablo II, quien, tras afirmar que "el hombre, en su sufrimiento, es un misterio intangible" (n. 4), se adentra con compasión, respeto y fe, en las profundidades de una experiencia que él mismo vivió dramáticamente. Así podremos comprender, dentro de los límites de un misterio que nos sobrepasa, que algunos sufrimientos pueden interpretarse como castigos divinos (cf. nn. 10-11), enraizados en la misericordia que llama a la penitencia (cf. nn. 12 y 15); pero en otros casos, como muestra el libro de Job, el inocente sufre por permisión de Dios. Entonces, "el sufrimiento tiene carácter de prueba" (n. 11). Y más allá de todas esas consideraciones, los cristianos vemos el sufrimiento como participación el la acción redentora obrada por Cristo (cf. nn. 19, 24). Ninguna de estas dimensiones anula las otras.



Cada uno de nosotros puede reflexionar acerca de cómo mejorar su vida, tanto para enfrentar con serenidad la prueba, como para hacer penitencia por las propias culpas, que a veces han sido la causa del sufrimiento injusto de otros. No es necesario justificar a Dios negando que interviene en los asuntos humanos. Por el contrario, si realmente creemos que Él existe y es providente, debemos recurrir a Él de manera muy especial cuando, por medio de un desastre natural, nos recuerda nuestra insuficiencia, nuestra dependencia radical como criaturas, y cuáles son los bienes por los que realmente vale la pena sacrificarse voluntariamente.



El gran Pontífice pensaba que, en el plan divino, "el sufrimiento está presente en el mundo para provocar amor, para hacer nacer obras de amor al prójimo, para transformar toda la civilización humana en la «civilización del amor»" (n. 30). Sería lamentable que, a pesar de tanto sufrimiento y de que la voz de Dios sigue oyéndose en continuas réplicas, el pueblo de Chile perseverara en su sordera y su indiferencia.



miércoles, marzo 10, 2010

Julio Pereira, de pecador a publicano

¡No es justo que nombren Jefe Supremo del SII a un tipo que se sabe todos los trucos!


Y ahora . . . ¿quién podrá defendernos?

¡Felicitaciones a Julio Pereira por ser de los que arriman el hombro en el servicio público!


domingo, marzo 07, 2010

Terremoto en Chile: tierra, agua, aire y fuego*

No voy a pergeñar ahora un análisis frío, cuando tengo el corazón anegado en pena.

Chile es un país de tierra brava, temblorosa y rebelde, que contiene en sus entrañas la presión del fuego. Hemos vivido siempre, desde que Pedro de Valdivia fundara Santiago en 1541, así como entre trompetas de guerras y gritos de alarmas, entre incendios, inundaciones y, sobre todo, terremotos. No nos ha sorprendido este desastre del 27 de febrero de 2010, porque un desastre jamás sorprenderá a un chileno. Pregunten a un chileno cualquiera, en cualquier parte del mundo, y nadie negará que lo estábamos esperando. Entre el terremoto de 1960 y el de 1985, un cuarto de siglo; entre el de 1985 y el de 2010, un cuarto de siglo. Todos lo esperábamos.

Ya van mil muertos. Cerca de mí, porque ahora todo está cerca, hay muertos y heridos, mutilados, hambrientos y sedientos. El bálsamo de la caridad internacional nos llega lentamente, porque vino rápido pero estamos aturdidos. El pueblo cristiano ha recibido con particular agradecimiento las palabras de Benedicto XVI. También el Prelado del Opus Dei, don Javier Echevarría, antes de que pasara medio día estaba acompañando a sus fieles con una carta muy sentida, de su puño y letra, estimulando a todos a rezar, a sostener la esperanza, y a trabajar para ayudar en todos los rincones.

Las autoridades perdieron horas —más de un día— dudando si sacar o no a los militares a las calles, cuando en algunas ciudades se desataba el pillaje. Sí, es comprensible, en parte, pues dudaron por esos recuerdos terribles de hace ya décadas: ¡pero ahora, ahora, minuto a minuto los pobladores sencillos e indefensos pedían protección armada! Incluso anoche, nos contaba alguien desde una ciudad del sur, bandas de veinteañeros desarraigados asaltaban casas después del toque de queda. Y es que, cuando la tierra tiembla, se devela el interior de las almas. Ayer vi gentes modestas compartir su agua, su alimento, sus energías. Ayer vi gente llorar, y vi gente consolar. La mayoría de los chilenos son así: tienen fuego en el corazón, como el que desde abajo revienta nuestra tierra.

Pero unos pocos no tienen fuego, sino tierra en el alma, ¡y qué tarde se ha comenzado a reprimirlos con la fuerza necesaria! Medran con la desgracia ajena, ajenos al dolor y a la tristeza.

El agua furiosa del mar entró fuerte, arrasó casas y automóviles, arrastró hombres, mujeres y niños. Pienso ahora en una mujer joven, desconsolada, que no pudo retener a sus hijos de cuatro y dos años, y ella misma fue arrojada luego por el mar que desdeñó su vida. El mar desdeñó matar a quien no querrá vivir. No despreció tomar a sus hijitos, que es como una crueldad inaudita, algo con lo que esa madre joven podrá convivir, y a duras penas, siempre herida, solamente si la asiste una fe inconmovible en la vida eterna. Descansen en paz, estén presentes en espíritu en la familia que queda aquí abajo llorando.

Amigos, pido perdón por no haber analizado las cosas como corresponde a un intelectual. Y que alguno me diga qué, cuánto valen los análisis sesudos ante las inmensidades de la tierra y del agua, del aire y del fuego, de la vida que se nos escapa. Sí, les pido perdón, porque desde lo más hondo del alma solamente puedo decirles que, si no hay vida eterna, si las fuerzas telúricas tienen la última palabra, si hemos de vivir sin esperanza, entonces la verdad es que da igual morirse en un gran terremoto, o lentamente de tanto vivir para intereses que ahora nos parecen tan pequeños. Porque si la última palabra es de esta tierra, que tiembla imperturbable, es ilusorio el fuego del cariño que aflora estos días en el pueblo chileno. Y si el agua que da vida, al final solamente mata, entonces estas palabras, y las suyas, y cualquiera, son aire y polvo, aire y nada.



*Publicado en El Mundo (on-line) el 1 de marzo de 2010.

viernes, marzo 05, 2010

El terremoto desvela algunas verdades

Pero también entierra otras.

¿Valdrá la pena decirlas o será muy ofensivo para piadosos oídos?

Cedo la palabra. Acepto sugerencias.

lunes, marzo 01, 2010

En El Mundo

Internet puede servir para unirse en el dolor, cada uno con su mirada.

http://www.elmundo.es

http://www.elmundo.es/america/blogs/nuestra-america-2/2010/03/01/terremoto-en-chile-tierra-agua-aire-y.html

Primer contacto tras terremoto

Recién hace 5 minutos he podido conectarme, porque no tenía luz. Ayer volví a Santiago y pude renunirme con mi familia, pero el mismo día sábado pudimos contactarnos por teléfono: todos están bien. Todavía no he podido llamar a mis amigos. 

El Prelado del Opus Dei nos escribió una carta muy sentida, a mano, por fax, que llegó a eso de las 3pm del sábado, animando, consolando, impulsándonos a rezar y a movilizar a toda la gente —especialmente a los jóvenes— en los trabajos de ayuda voluntaria, en coordinación con las autoridades. 

Ha sido todo peor de lo que me pareció la noche del viernes al sábado. Algunas muertes de gente cercana. Todavía no sabemos todo.

Y me ha enojado el retardo en dos días de declarar el estado de catástrofe, por razones ideológicas: para no sacar a los soldados a las calles. 

Recemos, amigos, porque ha habido gestos muy nobles, pero también algunas cosas ruines. En la adversidad se muestran las almas.