Sobre la violencia y su causa espiritual
Violencia y espíritu
Señor Director:
Hasta el momento, nuestros dirigentes políticos y sociales han resaltado los aspectos materiales del reciente estallido de violencia en Chile: desigualdades sociales, el costo de la vida, etc. Más allá del genuino valor, aunque parcial e insuficiente, de tales reacciones, conviene reflexionar sobre la primacía de lo espiritual en el nivel causal.
Sucesos demenciales presentan un patrón prácticamente idéntico en países muy ricos (Estados Unidos, Francia, España, etc.) y ante supuestas injusticias de muy diversa índole. Me parece, por eso, que el mal de fondo tiene que ver menos con las condiciones materiales de la existencia y sus alteraciones que con la crisis espiritual mayúscula que afecta a todos estos países: la desintegración familiar y especialmente la privación del padre desde la infancia (ojalá se entrevistara sobre este aspecto a los delincuentes detenidos); un sector político minoritario que no acepta la derrota electoral (como los antifa en EE.UU. y los izquierdistas violentos chilenos) y aprovecha la ocasión para demostrar su voluntad de poder; la profunda crisis de fe que sacude a la Iglesia, incapaz ya de arrojar una luz sobrenatural sobre la realidad presente porque ella misma ha girado hacia la secularización y no puede más que balbucear los lugares comunes del humanismo, y, en fin, una enraizada transmutación de los valores humanos, la expansión del nihilismo.
¿Queremos paz? Ganemos la guerra del espíritu.
Cristóbal Orrego Sánchez
Profesor de Derecho UC
(En El Mercurio, domingo 20 de octubre, 2019, A2)
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