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domingo, octubre 17, 2010

Respuesta a un amigo

Un amigo me escribe:

Tengo una duda respecto a tus críticas al padre Felipe Berrios. Si él considera que Humanae Vitae es contraria al Concilio o al Evangelio, ¿que debería hacer?

Una alternativa es que dijera que la enseñanza de Humanae Vitae es correcta, pero en este caso mentiría, porque piensa lo contrario.

Otra alternativa es que diga lo que piensa, que es lo que hace.

El punto crucial para mí es el siguiente: ¿que debe hacer un católico que, después de haber pensando seriamente en un tema, está en desacuerdo con algún punto de la doctrina de la Iglesia?


Le respondo:


Estimado amigo,

El asunto es de suyo difícil. Te recomiendo leer los escritos del cardenal Ratzinger, que se planteó estas cuestiones, y en especial sus escritos sobre la conciencia y la Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la  Fe "Sobre la vocación eclesial del teólogo" (creo que está en vatican.va).

Una persona nunca debe obrar contra su conciencia, pero el problema puede estar más en la raíz: llegar a tener una opinión en conciencia errónea puede ser señal de algún vicio o deformación culpable previa. Esto es especialmente verdad en el caso en que no se ha tenido la virtud correspondiente, como la castidad (en Humanae Vitae), o se carece de la valentía para defenderla.

Así que mi crítica de fondo contra el padre Berríos no tiene que ver con si debe decir lo que piensa o no, sino con que no piensa lo que debe pensar si realmente es un católico y ministro de la Iglesia.

Ahora, si quieres ir más al fondo, está Lutero: juicio privado y adiós al Magisterio de la Iglesia.

El camino va en las dos direcciones: católicos que se hacen protestantes, o derechamente agnósticos, cuando dejan de aceptar alguna doctrina (últimamente, casi todos los casos en que ha habido confesiones sinceras, como la de Norberto Bobbio, tienen que ver con la castidad: no puedo practicar una doctrina, yo soy una buena persona, luego la doctrina es falsa); pero también ateos o protestantes que se hacen católicos, y aquí simplemente te recomiendo leer a conversos como JH Newman (especialmente la Apologia pro vita sua), J. Finnis, GK Chesterton, A. MacIntyre, etc. Todos son conversos desde alguna forma de protestantismo o ateísmo a la fe católica (incluida la doctrina sobre la anticoncepción: si ésta es falsa, ya que ha sido enseñada tal cual durante veinte siglos, y ha sido declarada irreformable, entonces la Iglesia católica es una religión falsa).

Difícil cuestión la de echar a rodar toda la fe del alma por no poder tener a raya una parte del cuerpo.

7 comentarios:

  1. buena tu respuesta a este difícil tema Cristóbal y gracias a tu amigo por plantear un tema tan interesante y actual.

    En mi caso, tengo demasiadas visitas de lo que yo llamo "un importante sector de la autodenominada blogósfera católica espanola", donde se ve demasiado (pero para "el otro lado", para el lado de los ultraconservadores que niegan abiertamente o no, por ej., el Concilio Vaticano II) esto que tú describes aquí: "católicos que se hacen protestantes, o derechamente agnósticos, cuando dejan de aceptar alguna doctrina"...

    claro que ellos se creen los sumos y únicos represtantes de la fe católica... y crean ellos mismos, lo que yo llamaría una "fe selectiva" => lo que me gusta y/o me puede servir para mis fines políticos y/o terrenos, eso lo tomo y lo exploto; lo que no me sirve o me gusta, eso lo paso en silencio o lo critico abiertamente...

    Un abrazo!

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  2. Que lo que diga Berríos o cualquiera, coincida o no con la opinión de la Iglesia Católica, no refleja sino la diversidad de opiniones que se manejan en materias espirituales. Berríos en ciertas materias afirmará que él tiene la razón, y la Iglesia, de su turno, hará lo mismo. Es legítimo que así ocurra, porque finalmente ambas opiniones nacen de seres humanos iguales en dignidad y derechos. No hay superioridad ontológica, ni desde luego teológica, porque no son Dioses los que están opinando... sino simples seres de carne y hueso.
    En algunas cuestiones Berríos podría llegar a demostrar con argumentos que su posición es razonable, en otras será la Iglesia la que persuada a Berríos o a sus seguidores.
    Todo esto es muy distante de afirmar que lo que dice Berríos es equivocado porque es distinto a lo que piensa la Iglesia. Eso se asemejaría a un dogma –legítimo de creer- pero desde un punto de vista lógico no es más que un argumento de alguien que cree tener más autoridad que otro, lo cual -espero se me conceda- es totalmente discutible, y, en una discusión intelectual, me parece se asemeja a una arbitrariedad (que de por sí no es algo negativo, sino simplemente antojadizo).

    Francisco Armas

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  3. El cura Berríos como monseñor Baeza son izquierdistas hechos y derechos. Simplemente, muestran los colmillos.

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  4. Gracias, Marta.

    Estimado Francisco:

    Parte del dogma católico es creer que es verdadero, y que quien lo niega se equivoca. Si es legítimo creer en el dogma católico, entonces es legítimo creer que se equivocan quienes lo niegan. Nada de esto se opone al diálogo respetuoso sobre todos los temas, y sobre hasta dónde llega la verdad y el error de cada proposición. Así que, si: afirmo que lo que dice FB, cuando contradice a la Iglesia en materias de doctrina definitiva (como la de Humanae Vitae), es simplemente un error. Eso es lo tremendo de la Iglesia católica, y la razón de los conversos para venir a ella, y de los liberales para abandonarla. No disimulemos el desafío.

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  5. Discrepo de ti Cristóbal, pero respeto totalmente tu punto de vista y creo que lo defiendes muy bien. Así fortalecemos el diálogo, y eso sin duda que se agradece. Un gran abrazo,

    Francisco

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  6. Estimado Francisco:

    Con esto último yo no discrepo: seguimos en el diálogo hacia adelante.

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  7. Es verdad Cristóbal, en lo último no discrepamos, más bien me refería al punto central: En mi opinión, y creo que no desarrollé el punto en el primer mensaje, la clave de cualquier decisión, opinión, acto u omisión humana, es la completa autoresponsabilidad. Es necesario y muy importante contar con el consejo de otros, desde luego la Iglesia (si se tiene una convicción religiosa, o simpatía moral). Pero finalmente es uno, enfrentado a su propia conciencia en quien recaen las consecuencias de sus decisiones. Y eso es lo que debe primar. Si fomentamos eso, el mensaje es claro: "no crea usted que porque se lo dice X persona es lo correcto." De lo contrario se favorecería la innata inmadurez que nos caracteriza como humanos. Creo yo que es más factible convencer por la vía de la razón, favoreciendo la autoresponsabilidad, que por medio del dogma, favoreciendo la credulidad.

    Francisco Armas

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