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domingo, noviembre 21, 2010

SERNAM, NAM, NAM

Carta en la Tercera

La valentía del Sernam

15/11/2010 - 08:30 
 
Señor director:

"Las cosas por su nombre", la columna de opinión de la ministra Carolina Schmidt (Sernam) demuestra su buena intención. A pesar del título, evita llamar por su nombre popular a los "poco hombres" que abusan de las mujeres. La felicito por defender una campaña de mal gusto, pero sin atreverse a repetir la palabra fea. Quizás esto es no llamar a las cosas por su nombre, pero es señal de que actúa la conciencia estética.

Más allá de las formas, que son importantes, el fondo del asunto es sombrío. Uno querría terminar con lo que ella llama "cáncer". Todos querríamos estar trabajando para el Sernam en esto, como también para el Sernam del régimen pasado. Sin embargo, todos estos Sernam comparten unos presupuestos ideológicos que agravan los problemas.

Entre otras cosas, creen que con medios tecnológicos -palabrotas digitales- van a resolver problemas morales; que con recursos judiciales  -denuncias, procesos, castigos intrafamiliares aplicados por el Estado- van a disminuir un drama que es la punta del témpano de una crisis moral y familiar de proporciones.

Y no se atreven a atacar el libertinaje de fondo que ha desatado todas las pasiones, que es defendido por una colmena de intelectuales liberales, que es avivado por el desenfreno de la sociedad consumista, que cree que todo vale hasta justo antes de llegar a los golpes. Y no: entonces ya es demasiado tarde. El Estado no puede reemplazar a las familias. La policía no puede reparar "a posteriori" los destrozos de la falta de moralidad pública y privada. Y el Sernam no se ha atrevido ni siquiera a decir que el Estado debe intentar promover las virtudes entre los jóvenes, antes del matrimonio, en lugar del "sexo seguro" y el "chipe libre".

El Sernam parece valiente, pero no se atreve.



Cristóbal Orrego

2 comentarios:

  1. Cristóbal: comenta algo del Papa y el uso del condón... gracias

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  2. Hace 15 años los obispos hablaron de crisis moral. Eso se llama don de profecía.

    Ahora dirán que "las familias fallaron" y será la excusa para retirar a los hijos de sus familias.

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