Si es lícito matar para disfrutar del sexo, ¿por qué no también mentir?
Parece poco caritativo decir que los defensores del aborto son mentirosos, pero lo son en general. Los otros, los que no mienten, han sido engañados. Si son adultos responsables e instruidos, su engaño es seguramente ignorancia culpable o estupidez supina.
Leed.
Así miente el lobby abortista
Antes de la legalización del feticidio en Uruguay, los promotores de esta práctica hablaban de 150,000 casos clandestinos al año. Las cifras reales distan muchísimo de esto.
Según cuenta el portal de Rescatadores Juan Pablo II, Uruguay, el primer país hispanoamericano en legalizar el aborto (en diciembre de 2012), campo de pruebas del abortismo en Hispanoamérica, ya tiene los datos de su primer año de aborto despenalizado.
Uruguay es modelo para Hispanoamérica también por las mentiras y técnicas del lobby abortista, encabezado por el antiguo líder abortista Leonel Briozzo, hoy subsecretario de Salud Pública. Y es que Briozzo había promocionado el aborto cuando era ilegal hablando -incluso en un formalísima comparecencia ante el Senado en 2003-, de hasta 150.000 abortos clandestinos en el pequeño país uruguayo. De los 6.676 reales a los 150.000 que decía Leonel Briozzo y el lobby abortista, hay un trecho.
Es decir, las cifras absurdamente infladas, dar la sensación de que practicamente todas las mujeres abortan a escondidas, y de que grandes cantidades de ellas mueren desangradas. Cuando la realidad demuestra que las cifras abortistas son falsas, que han mentido descaradamente, los abortistas se encogen de hombros, como si no pasase nada: “hubo errores de estimación”, dicen.
¿Cuántas mujeres quedan, pues, como candidatas a un posible aborto? Unas 27.000 mujeres, concluye el doctor França Tarragó. ¿Cómo pensar entonces que se produzcan 150.000 abortos al año?. Rebajando el engaño: La mentira era tan exagerada e insultante que el lobby abortista la rebajó y en 2004 el diputado pro-aborto Rafael Sanseviero ya hablaba de 33.000 abortos clandestinos, otra cifra absurda y exagerada
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