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martes, noviembre 30, 2010

Grande

El profesor de la Universidad de Navarra Alejandro Vigo, galardonado por la Fundación Alexander von Humboldt

Recibirá el Premio Friedrich Wilhelm Bessel por los méritos de su trayectoria investigadora


Recibirá el Premio Friedrich Wilhelm Bessel por los méritos de su trayectoria in
Alejandro Vigo

Foto: Manuel Castells

El profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra Alejandro Vigo recibirá el Premio Friedrich Wilhelm Bessel, un importante galardón del mundo académico instituido por el Ministerio de Educación Alemán.



El reconocimiento, concedido por la Fundación von Humboldt, destaca anualmente la trayectoria investigadora de un máximo de 25 científicos y académicos de renombre internacional en su área. Asimismo, se espera que los premiados, en el futuro, continúen produciendo logros de vanguardia con una influencia fundamental en su disciplina, más allá de su campo inmediato de trabajo.



El premio son 45.000 euros, más la financiación de una estancia de investigación en una universidad extranjera. El profesor de Filosofía planea ir a la Universidad de Halle (Alemania) con el experto Rainer Enskat para iniciar una cooperación académica sobre teoría de la acción y ética, con énfasis en Kant. Asimismo, durante el período de tiempo que pase en Halle, impulsará un libro en alemán sobre la teoría de la acción Kant, que tiene apenas iniciado.



Esta cooperación con la Universidad de Halle se inscribe en el marco de las actividades del proyecto “Ley natural y racionalidad práctica”, del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra, que el profesor dirige.



Trayectoria profesional



Alejandro Vigo es licenciado en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires (Argentina) y doctor en esta disciplina por la Universidad de Heidelberg (Alemania). De 1994 a 2001 fue profesor de la Universidad de los Andes (Chile) y posteriormente de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Desde 2006 imparte clases en la Universidad de Navarra.



Sus principales líneas de investigación son la Filosofía Antigua (Platón y Aristóteles); la racionalidad práctica y la fundamentación de la ética (Aristóteles y Kant); la teoría del juicio de Kant al Neokantismo (Lotze y Lask); y la fenomenología (Husserl, Heidegger) y hermenéutica (Gadamer).



Asimismo, es autor de más de 90 artículos sobre Platón, Aristóteles, Kant, Husserl y Heidegger, así como sobre diversos temas de filosofía teórica y filosofía práctica publicados en revistas especializadas de

domingo, noviembre 28, 2010

Polemizo con el profesor Corral

El Mercurio
Cartas Jueves 18 de Noviembre de 2010 

Obligaciones sin sanción

Señor Director:

Hernán Corral sostiene, en carta publicada ayer, que sólo si el voto es obligatorio pueden justificarse premios por votar o castigos por no votar. A mí me parece que, en realidad, no hay simetría entre premios y castigos. En efecto, los castigos son inmerecidos si no hay alguna transgresión, o el incumplimiento de alguna obligación en sentido amplio. En cambio, los premios pueden merecerse por conductas no obligatorias, sino supererogatorias. No es discriminatorio que solamente se premie al mejor poeta de Chile, a juicio de juzgadores bien formados, aunque ninguno de los otros candidatos haya incumplido sus obligaciones o transgredido las reglas del arte. Por eso, si el derecho chileno llegara a considerar como legalmente no obligatorio el acto de votar, nada impediría que lo estimara supererogatorio, precisamente como superior a lo exigido por la ley, y que, en consecuencia, le asignara alguna remuneración positiva.

El problema de fondo al que apunta el profesor Corral, sin embargo, es verdadero y preocupante. Por una parte, el premio no puede establecerse en algún ámbito en el que importe una discriminación arbitraria, como en la admisión a las universidades o a una beca o a un subsidio, o en cualquier otro ámbito donde el criterio de asignación de bienes es relativo a la finalidad específica del reparto (v.gr., mérito académico o necesidad del subsidio). Por otra parte, el incentivo económico directo, que sería otorgado a cada uno de los que hicieran este esfuerzo heroico por su patria, se acerca demasiado a favorecer formas indirectas de cohecho (v.gr., "te doblo el premio"), y a promover la mentalidad de que a uno deben pagarle de alguna manera por servir más allá de lo obligatorio.

Solamente queda una manera de premiar a los que votan: con honores; por ejemplo, mediante el registro público de quienes han prestado este servicio supererogatorio a su patria. Sin embargo, reconozco que prefiero mi fórmula ingenua, propuesta hace poco en este espacio: que sea legalmente obligatorio votar, pero sin premios ni castigos por el incumplimiento. ¿O acaso no hay obligaciones sin sanción? ¿O ya no creemos en la fuerza directiva, pedagógica y simbólica de la ley?

 
Cristóbal Orrego
Profesor de Derecho Natural 
Universidad de los Andes

miércoles, noviembre 24, 2010

El balance de JM Haas




The Pope and Condoms

JOHN M. HAAS

It is difficult teaching moral truth in a day of instant communication and media manipulation.



The publication of a series of interviews with Pope Benedict XVI by the journalist Peter Seewald, Light of the World, is a case in point. In reading an advance copy of the book, one knew the mass media would immediately focus on one thing and one thing alone: the Pope's remarks on condom use and the struggle to prevent the spread of AIDS.

Indeed, the first headline that I encountered after excerpts of the book were released was: "Pope OK's Condoms".



Briefly, this is what the Pope actually said: Condoms are neither the effective way nor the moral way to stop the spread of AIDS (the Church "does not regard it as a real or moral solution"). He also said, "we cannot solve the problem by distributing condoms". He states that the AIDS epidemic has resulted in large measure from the irresponsible and selfish use of sexuality. Then he expresses hope for the conversion of a sinner by suggesting that the use of a condom MIGHT be an expression of his concern for the "other". This might be seen therefore a first step toward loving and respecting the "other" so that he would eventually embrace a life of either fidelity or abstinence, the only approaches which have truly proven to be successful.



There has been debate for years over the moral legitimacy of the use of condoms by discordant couples, that is, couples in which one member is HIV positive or has AIDS. There are two fundamental moral problems which stoke this debate. First of all, taking into account the high failure rate of condoms, would it be morally licit for a spouse to put his wife's health and even life at risk for the sake of sexual intercourse? It is difficult to see how this could be justified. The marital act is to be love-giving and open to life. In the case of a spouse with AIDS, intercourse even with a condom could well be a potentially death-dealing act.



The second fundamental moral problem has to do with the contraceptive character of condoms. It is true that the use of a condom in a single case might diminish the risk of the transmission of the AIDS virus but it could also have a contraceptive effect. The Church's unchanging and unwavering position on the immorality of contraception is well known. But there were some moral theologians who tried to argue that the condom was not being used to contracept but rather to lower the risk of spreading AIDS. The contraceptive effect was merely foreseen but not intended. With such an understanding, it was argued, the use of the condom would not actually be an act of contraception but of disease prevention.



The matter continues to be debated among theologians but the more common opinion among moralists faithful to the magisterium is that the use of the condom would be wrong because it could endanger the life of the spouse and could be an act of contraception.



It is interesting that the Pope entirely sidesteps this particularly vexing debate by the example he uses to consider condom use. He reflects on the decision of a (presumably homosexual) male prostitute to use a condom. In such a case, there can be no question of the contraceptive effect of the condom. Consequently his example does not relate to the debate over the use of condoms by discordant couples.



But interestingly the Pope does not really reflect on the question of the effectiveness of condom use in reducing the transmission of AIDS. He rather wants to reflect on the moral state of the person who would use it with the hope that that person would begin to assume moral responsibility for his sexual activity. There is no question that the Church considers acts of prostitution and homosexuality to be gravely immoral and disordered. However, the Church in her love of souls always looks for some indication that the sinner might "come to his senses". In the case at hand, the Pope says the use of a condom in a particular case MIGHT be "a first step in the direction of . . . a first assumption of responsibility, on the way toward recovering an awareness that not everything is allowed. . ."





The interview with Pope Benedict indicates no change in Church teaching but is a renewed call for chastity and abstinence as the most effective means of fighting the spread of AIDS.





Obviously this first POSSIBLE step in the direction of "moralization" cannot make an act of prostitution or homosexuality or contraception good. But it does indicate that the moral conscience might still be alive and might eventually bring one to conversion and new life.



A careful reading of the text could not possibly lead one to conclude that the Pope has approved condom use. He says quite explicitly: "it is not really the way to deal with the evil of HIV infection." Indeed, it can aggravate it. Prof. Edward C. Green of the AIDS Prevention Research Project at Harvard University would seem to agree with the Pope. He wrote in a recent book, Affirming Love, Avoiding AIDS (Matthew Hanley and Jokin de Irala, The National Catholic Bioethics Center, 2010), "In fact, [condom use] might actually contribute to higher levels of infection because of the phenomenon of risk compensation, whereby people take greater sexual risks because they feel safer than they really ought to because they are using condoms at least some of the time."



The interview with Pope Benedict indicates no change in Church teaching but is a renewed call for chastity and abstinence as the most effective means of fighting the spread of AIDS.

















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ACKNOWLEDGEMENT

John M. Haas. "The Pope and Condoms." CERC (November 22, 2010).



Reprinted with permission of the author, John M. Haas.



THE AUTHOR



John M. Haas is the President of The National Catholic Bioethics Center. He received his Ph.D. in Moral Theology from The Catholic University of America and his S.T.L. in Moral Theology from the University of Fribourg, Switzerland. Before assuming the Presidency of The National Catholic Bioethics Center, Dr. Haas was the John Cardinal Krol Professor of Moral Theology at St. Charles Borromeo Seminary of the Archdiocese of Philadelphia and Adjunct Professor at the Pontifical John Paul II Institute for Studies in Marriage and the Family, Washington, D.C. Dr. Haas is also Founder and President of the International Institute for Culture based in Philadelphia, Pennsylvania. The Institute promotes international understanding through cultural means. It organizes and sponsors international conferences, a two month intensive summer classics institute offering instruction in Greek and Latin which draws people from around the country, a Spanish language program in Mexico for high school students, another for executives and one for Catholic seminarians and priests. The Institute also organizes international cultural programs in Bavaria on the relationship between faith and culture. Dr. Haas and his wife Martha have nine children and an ever increasing number of grandchildren. They reside in Philadelphia.



Copyright © 2010 John M. Haas

martes, noviembre 23, 2010

No condonen el mal por usar condón

Por tanto, si a alguien no le queda claro, la Iglesia NO considera el condón como una solución: ni es real (práctica o efectiva), ni es moral (buena en sí). NO ES.

Y si alguien quiere seguir pensando en estos términos, que extienda el caso de la prostituta a otros actos desordenados. El pedófilo infectado de SIDA, que sodomiza a un niño, pero usa condón para no contagiarle el SIDA . . . quizás recibe la bendición del estáblishment liberal, pero no la del Papa.

Mejor piensen un poco antes de atribuirle al Santo Padre lo que no ha dicho. Y si leyeran bien, verían que lo que dice es más fuerte en sentido contrario: afirma que los casos en que el uso del condón revela un inicio de buena intención son asimilables a la prostitución.

Por ahora, entonces, mientras no se resuelva la difícil cuestión del uso profiláctico del condón dentro del matrimonio, cada palabra del Papa hace peores los puntos de comparación. La pregunta es: ¿podemos tratar a la población en general como habitantes de un gran prostíbulo?

Toma, ya.



lunes, noviembre 22, 2010

El Papa y el condón


Si uno lee con calma lo que Benedicto XVI ha dicho sobre el uso del condón, sin dejarse distraer por las transcripciones falsas de la mayoría de la prensa, solamente hay una novedad, que es que el Romano Pontífice descienda a estos detalles. Es una primera aproximación desde tan alta fuente, aunque se ha de notar que no constituye ejercicio de su magisterio, sino una entrevista en la que expresa sus opiniones de manera coloquial. 

Esas opiniones del Papa, en todo caso, están de acuerdo con lo que siempre se ha enseñado en círculos especializados de la teología moral: que en el ámbito de la prostitución deben adoptarse medidas profilácticas, y que "en la intención de reducir el riesgo de contagio puede haber un primer paso hacia una manera diferente, más humana, de vivir la sexualidad". Sin embargo, el Papa, ante la pregunta directa de si "la Iglesia católica no se opone en principio al uso de condones", responde lapidariamente que "Ella por supuesto que no considera esto como una solución real o moral". "No es realmente la forma de tratar con el mal de la infección HIV". "Esto realmente puede conseguirse solamente con una humanización de la sexualidad".

En círculos especializados se sabe, sin embargo, que la Santa Sede está estudiando un tema controvertido en teología moral, que no es el de la anticoncepción —zanjado definitivamente por Pablo VI en Humanae Vitae, como confirma el Papa en el mismo libro—, sino el de hasta dónde se extiende la tesis moral de la profilaxis (hasta ahora aplicada en contextos de conductas sexuales desordenadas como la prostitución y semejantes) para prevenir el SIDA en relaciones conyugales. Es un tema difícil, que el Papa ha pedido se estudie, y que a nadie debería sorprender que se resolviera en cualquiera de los sentidos debatidos, porque no hay magisterio católico expreso sobre este punto. 

En fin, recomiendo leer el libro en lugar de especular con trascendidos de prensa.


Cristóbal Orrego Sánchez

domingo, noviembre 21, 2010

SERNAM, NAM, NAM

Carta en la Tercera

La valentía del Sernam

15/11/2010 - 08:30 
 
Señor director:

"Las cosas por su nombre", la columna de opinión de la ministra Carolina Schmidt (Sernam) demuestra su buena intención. A pesar del título, evita llamar por su nombre popular a los "poco hombres" que abusan de las mujeres. La felicito por defender una campaña de mal gusto, pero sin atreverse a repetir la palabra fea. Quizás esto es no llamar a las cosas por su nombre, pero es señal de que actúa la conciencia estética.

Más allá de las formas, que son importantes, el fondo del asunto es sombrío. Uno querría terminar con lo que ella llama "cáncer". Todos querríamos estar trabajando para el Sernam en esto, como también para el Sernam del régimen pasado. Sin embargo, todos estos Sernam comparten unos presupuestos ideológicos que agravan los problemas.

Entre otras cosas, creen que con medios tecnológicos -palabrotas digitales- van a resolver problemas morales; que con recursos judiciales  -denuncias, procesos, castigos intrafamiliares aplicados por el Estado- van a disminuir un drama que es la punta del témpano de una crisis moral y familiar de proporciones.

Y no se atreven a atacar el libertinaje de fondo que ha desatado todas las pasiones, que es defendido por una colmena de intelectuales liberales, que es avivado por el desenfreno de la sociedad consumista, que cree que todo vale hasta justo antes de llegar a los golpes. Y no: entonces ya es demasiado tarde. El Estado no puede reemplazar a las familias. La policía no puede reparar "a posteriori" los destrozos de la falta de moralidad pública y privada. Y el Sernam no se ha atrevido ni siquiera a decir que el Estado debe intentar promover las virtudes entre los jóvenes, antes del matrimonio, en lugar del "sexo seguro" y el "chipe libre".

El Sernam parece valiente, pero no se atreve.



Cristóbal Orrego

lunes, noviembre 15, 2010

Mambrú se fue a la guerra

Me dice Mambrú que le aparecía publicidad de dudosa moralidad en mi blog. Por eso, he eliminado la sección de anuncios. Espero que no aparezcan por el lado, pero al menos a mí no me aparecen ahora.

Recuerden el 27 de noviembre

Grammy Winner Rebecca St. James Urges World Support for Pope's Call to Prayer for the Unborn
Rebecca St. James believes urgency of Pope's call for worldwide prayer against abortion crosses all denominational lines
 
Outspoken voice for faith & values issues on Fox News' "Hannity" this Thursday, November 18th
 
Contact: Jackie Monaghan, Morningstar PR-Nashville, 615-646-5990, morningstarpr@comcast.net
 
NASHVILLE, Nov. 15 /Christian Newswire/ -- In comments today from Los Angeles, Grammy Award winning Christian singer Rebecca St. James is speaking out strongly in support of Pope Benedict XVI's unprecedented call this week for worldwide prayer against abortion.
 
An outspoken voice for pro life, the Australian born singer, now living in the U.S, has dedicated a large portion of her time this year to a series of special appearances and support events for Crisis Pregnancy Centers throughout America. St. James 2009 starring role in the film, Sarah's Choice, impacted audiences with her moving portrayal of a young career woman pregnant outside of marriage and faced with the decision of the life of her baby. Since its release, the movie has been used by CPC Center's nationally in their pro life messaging to young women facing the real life issues presented in Sarah's Choice.
 
Of the Pope's worldwide call to prayer for the unborn on November 27th, Ms. St. James believes it's an urgent mandate for life that crosses all denominational lines.
 
"I applaud Pope Benedict for this call to pray for abortion to end," she notes, adding: "I applaud him for standing for life with strength, as he continually does, and I respect him and stand with him in this battle against abortion. Abortion not only steals life from an innocent child, but it invariably wounds the mother."
 
She continues: "I dearly hope and pray that Protestants and Catholics alike will draw together in unity, especially as it pertains to protecting life. I, as a Protestant, have been able be partner with many Catholics to promote the pro life message together. It's a true joy for me to do this."
 
With international sales of her music and books taking her influence to audiences worldwide, Rebecca St. James performed for Pope John Paul II during his pastoral visit to the United States in 1999.
 
She will be in New York this Thursday, November 18th for a return guesting on Fox News Network's "Hannity."
 
For interviews, images or additional information on Rebecca St. James:
 
Media Contact:
 
Jackie Monaghan
Morningstar PR-Nashville
(615) 646-5990--Direct

domingo, noviembre 14, 2010

Una propuesta ingenua

Cartas 
Miércoles 10 de Noviembre de 2010 
Voto obligatorio, no compulsivo

Señor Director:

Quizás por cumplir las promesas electorales, por honrar un consenso político, los legisladores tendrán que aprobar una ley de inscripción automática y voto voluntario. En este contexto, seguro que no es muy conducente que un viejo profesor de Filosofía del Derecho se detenga a explicar que, al menos desde Aristóteles, se sabe que la no obligatoriedad del voto es un arreglo institucional oligárquico. La historia y la ciencia política moderna no han hecho más que darle la razón al Estagirita.
Aunque no hay nada que hacer, y aunque quizás la oligarquía sea hasta mejor que la democracia en un país donde las masas son tan fácilmente manipuladas por...bueno, por la oligarquía, me atrevo a sugerir una alternativa que cumple con hacer que el voto sea "voluntario". La Constitución y la ley pueden establecer que votar en las elecciones será siempre obligatorio, pero que el incumplimiento de la obligación cívica no podrá ser constitutivo de falta o delito, ni fundamento de ninguna otra sanción jurídica. De esta manera, seguirá siendo legalmente obligatorio votar, aunque no será compulsivo.
Quienes estiman que la obligación legal es equivalente a la existencia de una sanción por el incumplimiento pensarán que ya no existe tal obligación. Quienes pensamos que las obligaciones jurídicas tienen una existencia independiente de las sanciones, aunque éstas sean necesarias en muchos casos, podemos preservar el sentido simbólico de apoyo legal de un deber cívico. Y ciertamente desaparecen los inconvenientes burocráticos de la persecución de las faltas.

Cristóbal Orrego

domingo, noviembre 07, 2010

Carlos Peña y la élite: carta del miércoles

Cartas 
Miércoles 03 de Noviembre de 2010 
Peña y la élite
Señor Director:
Más allá de si Carlos Peña se contradice o no entre una columna y otra (hasta los grandes filósofos incurren en pequeñas contradicciones), me parece que adolece de una seria obsesión contra "la élite", y la entiende muy poco. Por eso interpreta los hechos sobre la prensa y el caso Karadima contra todas las evidencias.
El rector piensa que en Chile se informa poco -incluso, menos que en The New York Times-, debido a la importancia del acusado para la élite chilena. La verdad, que cualquiera puede comprobar, es que la prensa chilena de masas ha tratado más sobre el caso Karadima que sobre cualquier otro de similar naturaleza. Además, ha informado más en Chile -dando cuenta de cada paso del proceso- que cualquier medio en el extranjero. También The New York Times se ha interesado más en este asunto que en cualquier otra investigación sobre delitos sexuales en Chile. Y es que -justo al revés de lo que insinúa el columnista- el caso ha sido más y no menos informado precisamente por sus conexiones con la élite. Es natural: todos -ricos y pobres, altos y bajos- quieren saber más sobre lo que afecta a los pocos que están arriba que a los muchos que están abajo.
Yo comparto, por cierto, el deseo de Carlos Peña de que en Chile haya más periodismo de investigación. Abrigo mis sospechas de que muchas élites -también esas nuevas élites progresistas- han sido poco investigadas, y de que un manto de impunidad cubre muchos delitos.
Cristóbal Orrego Sánchez