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jueves, julio 24, 2014

Al fin un abogado serio

Nunca lo he visto en TV

Pero lo recomiendo como amigo... (Derecho UC 84) 

Ahora, de lo que diga... no respondo...

Lo mejor: un caso más que demuestra que la señora salva al marido de la perdición...



Daniel Stingo: “No me pidan que sea un abogado serio”


El panelista de “Mucho gusto” se ha caracterizado por ser un tipo hombre más amigo de las risas que de la formalidad. Aquí nos explicó a qué se debe su carismática personalidad y nos reveló parte de la historia de amor que compartió con su esposa, con la que pololeó por diez años “entre terminadas y vueltas”.

Por Ángela Tapia Fariña, Emol.
Mi. 23 de julio de 2014, 08:00
“Soy abogado, chileno, casado, 48 años y eterno panelista”, así se presenta Daniel Stingo (@danielstingo), antes de agregar un dato crucial para entender su forma de ser: “soy bastante hiperactivo, así que necesito hacer hartas cosas, si no, me aburro”.

Este padre de dos hijos, Sofía (13) y Felipe (10), desde el año 2005 que agregó a su rutina legal, la labor de panelista, que hoy desempeña con bastante éxito en el matinal del Mega, “Mucho gusto”.

Lo que partió como una aparición de unos cuantos minutos, primero en las mañanas de TVN, terminó siendo un espacio propio en el 13, con su propio programa de juicios televisados, “Tribunal oral”, para hoy volver a sus raíces como panelista, uno que a veces se queda por horas en pantalla, molestando y riéndose con sus compañeros de cámara, Katherine Salosny, Lucho Jara e Ivette Vergara.

“Todos nos divertimos. A veces me tengo que poner muy serio para hablar de un tema, pero el resto del tiempo puedo jugar”, comenta este hombre de leyes, quien tiene como fan número uno de su carrera televisiva a su propia suegra.

Tras haber jurado ante la Corte Suprema el año 95, y -como confiesa- haberse aburrido y desencantado un poco de la profesión debido a la burocracia que caracterizó por muchos años a los tribunales chilenos, Daniel encontró su lugar en la pantalla, que complementa con su labor en un estudio de abogados, como asesor legal de una empresa, la radio y un programa de educación financiera en internet.

“Es que necesito hacer cosas, por como soy. Mi señora siempre me pregunta si aguantaré todo el fin de semana tranquilo en la casa. A veces no me ordeno mucho en los tiempos, de todas las cosas que hago, pero lo necesito”, explica.

-No pareces ser el típico abogado, al contrario…
“No, es que es parte de mi personalidad; no podría ser diferente. Aunque suene ególatra, soy un buen abogado. No dejo tirado a los clientes y saco las cosas hasta el final. Uno nunca puede decir que va a ganar todos los casos porque eso es mentira, pero sí puedo decir que hago mi mejor esfuerzo. Pero no me pidan que sea un abogado serio, no. Necesito moverme, divertirme… Si la vida es con todo. Por suerte, nunca me han dicho que me desperfilo por ser como soy, ni que el mundo de las luces me llame la atención”.

-¿Qué te gusta?
“Lo encuentro entretenido, se pasa bien y se puede educar a la gente con los temas que manejo, para hacer más accesible lo jurídico, que es tan árido siempre. Si lo explicas de forma fácil, la gente lo entiende y se va empoderando de sus derechos. Eso y la entretención es lo que a mí me gusta. Mi señora (Patricia) siempre lo supo y gracias a ella entré a la televisión”.

-¿No tenían prejuicios con los egos que dicen que hay en la pantalla?“Mira, ya llevo casi diez años en televisión y he visto mucho eso, pero queda en uno si engancha o no. Ahora, el hecho de ser panelista eterno te ayuda a quedar un poco fuera, no te metes. Además, tengo la suerte de que como soy abogado vivo de mi profesión, así que si en un momento esto se acaba, hago lo mío. La tele me encanta, pero no me muero si no la tengo. Hoy es un regalo para mí”.

-Decías que Patricia te llevó a la tele, ¿cómo fue eso?
“La historia fue así; cómo sabía que yo era lúdico -ya había hecho comerciales en la tele antes-, ella me inscribió el año 2000 en la Escuela de Locutores de Chile, donde estudié y empecé un programa de radio del centro, de mínima cobertura. Un día me llamaron de la Católica, diciendo que estaban pidiendo un abogado para el matinal de TVN, y en la prueba de cámara, por cómo soy y con lo que ya había aprendido de radio, quedé al tiro. Por eso digo que entré gracias a ella. Mi señora es mi pilar en mi casa. Yo no podría funcionar mucho en mi vida sin ella”.

-¿Es de esas esposas que te ordenan la vida?
“No sé si me la ordena pero tenemos un buen complemento. Ella le da estabilidad a mi familia. Ella es muy diferente a mí, es tímida, piola, como lo es mi hija Sofía. Felipe es más como yo, buena para revolverla. Sacó esa cosa italiana, histriónica, medio gritón y expresivo de los Stingo”.

-¿Cuántos años de casado?
“Me casé el año 97, así que voy para los diecisiete años. Y antes, entre dimes y diretes, entre terminadas y vueltas, pololeamos diez años.
“Nos conocimos en la universidad. Los dos estudiamos en el Campus Oriente de la Católica. Ella es profesora básica, y siempre la molesto diciéndole que ella es de las mujeres que entró a la universidad a buscar un marido abogado, y lo encontró. Es mentira (ríe) nos conocimos ahí y además éramos parte de un movimiento católico de los jesuitas, con el que íbamos a misiones y trabajos de verano. Ella es la mujer de mi vida”.

-¿Y porqué terminaban tanto, entonces?
“Yo era inseguro. A veces me sentía con la soga al cuello, que le pasa a algunos hombres cuando saben que se acerca el matrimonio, que es una imagen muy fuerte a cierta edad. Pero yo siempre tuve claro que me iba a casar con ella. Ella me dice que se lo debí haber dicho antes (ríe), y como era indeciso, terminamos varias veces. Incluso ella pololeó entre medio, pero la hice terminar”.

-¡Cómo!
“¡Pero si yo era el hombre de su vida y ella la mujer de mi vida, estaba claro! Después lo conversamos y me dijo que no quería pasar los 30 años estando soltera, así que dije ‘ok, no te quiero perder. ¡Casémonos!’. Y así nos casamos. Al final, no sé cuál era el problema que tenía con casarme. Creo que era medio tonto lo que me pasaba, porque fíjate que después encontré que era maravilloso estar casado, mucho mejor que estar soltero”.

-¿Por qué?
“Porque ya sea que estés casado o te vayas a vivir con tu pareja, cualquier opción es válida, el compartir es mucho más fuerte. Estás más integrado te acoplas, entiendes mucho más al otro y es más entretenido. Yo siempre ando buscando entretenerme (ríe)”.

-¿Cuál es tu vicio privado?
“Colecciono las casitas de cerámica de Delft de (la aerolínea) KLM. Siempre las estoy buscando en internet para ver si compro. Son casitas típicas de Holanda que la aerolínea regala a los que viajan en primera clase, algo que yo no he hecho, por eso las busco en los persas, a ver si hay. También junto molinitos Delft. Ésos no se los dan a nadie, hay que buscarlos. Lo otro, que no es un vicio, pero es algo muy mío, es que soy hiperactivo, ansioso en general. Tengo una ansiedad de vida que manejo haciendo hartas actividades y controlándome. Nunca he fumado, pero me tomo una pastillita que me baja un poco la hiperventilación, que ya es parte de mi personalidad. Si no, imagínate cómo sería”.
Daniel Stingo


lunes, julio 21, 2014

Ateos dando catequesis a jesuitas

Hace algún tiempo me encontré con un amigo ateo y civilizadamente anticlerical. No diré quién, no diré cuándo, no diré dónde. Me preguntó por qué llevaba yo tanto tiempo sin intervenir en el debate público. "¿Será una retirada estratégica?", inquirió. Le respondí que no era eso, sino que estaba muy ocupado en discusiones intraeclesiales sobre la identidad de las universidades católicas y sobre su misión. De hecho, añadí, ya habíamos llegado al colmo del asunto cuando un amigo en común —el profesor Agustín Squella, también ateo y también educadamente anticlerical— enseñaba los deberes de sostener un pluralismo restringido de una Universidad Católica: restringido por la fe, obviamente, como en una Universidad liberal o marxista lo está por sus respectivas ideologías. Squella lo señalaba con más acierto que la plétora de curitas-pseudoteólogos y otros herejes que, en los últimos tiempos, se dedican a promover el liberalismo católico, el neomarxismo, la teología de la liberación y la sodomía (full pack).

Ahora resulta que el rector Carlos Peña, ateo y a su manera anticlerical, también nos da una catequesis más acertada que la de los herejes católicos de turno. 

Su columna dominical —qué gran día el Domingo para predicar a los fieles— es una obra maestra de anticlericalismo suave: decir que la Iglesia tiene que ser fiel a sí misma para "morir con las botas puestas", terminar de una vez por todas. Un católico diría solamente que la Iglesia debe ser fiel a Jesucristo y a la Verdad revelada, para llegar al fin de los tiempos como Esposa de Cristo y no como la Gran Ramera. Pero, en el fondo, estamos de acuerdo con la lógica del argumento. Y qué decir cabe que un católico anticlerical prefiere irse al Infierno con Carlos Peña que al Cielo con un idiota, aunque me temo que es más probable que termine yo por mis diatribas anticlericales excomulgado, y en el Infierno (con el idiota, para más remate), y Carlos Peña en el Cielo por ser fiel a la Santa Madre Iglesia y a la lógica aristotélico-tomista.

Fuera de eso, Carlos escribe con un colmillo delicioso, con la esperanza quizás del volteriano dieciochesco que ya ve cerca el final de la Iglesia católica —o su completa irrelevancia, incluso para sus supuestos "fieles"—; pero sus argumentos y su tesis son tan católicas como el Papa Francisco, quien en la JMJ llamaba a los jóvenes argentinos a "no licuar la fe".

Carlos Peña catequiza a los jesuitas como si fuera el Papa Francisco. Es el mundo al revés. Por culpa de esos correligionarios suyos, que son famosos aquí en Chile, ya me cuesta creer que el Papa sea jesuita. Aunque, pensándolo mejor, si Carlos Peña es Catequista, quizás un Papa también puede ser jesuita.

Leed, en El Mercurio del domingo 20 de julio.


Domingo 20 de julio de 2014

Defensa de la moral sexual católica

"Alguien dirá que la tarea de la Iglesia es proclamar la buena noticia (que la muerte fue derrotada y nuestros pecados perdonados por el sacrificio del Hijo de Dios) y que entonces eso es lo que importa y no lo otro..."

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domingo, julio 13, 2014

¿Quién puede estar a la altura de su nombre?

De Infovaticana.

Aunque lo hayan desmitificado, seguro que existió.

San Cristóbal, patrono de los transportadores y automovilistas

Cristobal_Witz
Con la historia en la mano poco puede decirse de él, como mucho que quizá un mártir de Asia menor a quien ya se rendía culto en el Siglo v. Su nombre griego, «el portador de Cristo», es enigmático, y se empareja con una de las leyendas más bellas y significativas de toda la tradición cristiana. Nos lo pintan como un hombre muy apuesto de estatura colosal, con gran fuerza física, y tan orgulloso que no se conformaba con servir a amos que no fueran dignos de él.
Cristóbal sirvió primero a un rey, aparente señor de la tierra, a quién Cristóbal vío temblando un día cuando le mencionarón al demonio.
Cristóbal entonces decidió ponerse al servicio del diablo, verdadero príncipe de este mundo, y buscó a un brujo que se lo presentará. Pero en el camino el brujo pasó junto a una Cruz, y temblando la evitó. Cristóbal le pregunto entoncés si él le temía a las cruces, contestandole el brujo que no, que le temía a quién había muerto en la Cruz, Jesucristo. Cristóbal le pregunto entonces si el demonio temía también a Cristo, y el brujo le contestó que el diablo tiembla a la sola mención de una Cruz donde murió él tal Jesucristo.
¿Quién podrá ser ese raro personaje tan poderoso aun después de morir? Se lanza a los caminos en su busca y termina por apostarse junto al vado de un río por donde pasan incontables viajeros a los que él lleva hasta la otra orilla a cambio de unas monedas. Nadie le da razón del hombre muerto en la cruz que aterroriza al Diablo.
Hasta que un día cruza la corriente cargado con un insignificante niño a quien no se molesta en preguntar; ¿qué va a saber aquella frágil criatura? A mitad del río su peso se hace insoportable y sólo a costa de enormes esfuerzos consigue llegar a la orilla: Cristóbal llevaba a hombros más que el universo entero, al mismo Dios que lo creó y redimió. Por fin había encontrado a Aquél a quien buscaba.
–¿Quién eres, niño, que me pesabas tanto que parecía que transportaba el mundo entero?–Tienes razón, le dijo el Niño. Peso más que el mundo entero, pues soy el creador del mundo. Yo soy Cristo. Me buscabas y me has encontrado. Desde ahora te llamarás Cristóforo, Cristóbal, el portador de Cristo. A cualquiera que ayudes a pasar el río, me ayudas a mí.
Cristóbal fue bautizado en Antioquía. Se dirigió sin demora a predicar a Licia y a Samos. Allí fue encarcelado por el rey Dagón, que estaba a las órdenes del emperador Decio. Resistió a los halagos de Dagón para que se retractara. Dagón le envió dos cortesanas, Niceta y Aquilina, para seducirlo. Pero fueron ganadas por Cristóbal y murieron mártires. Después de varios intentos de tortura, ordenó degollarlo. Según Gualterio de Espira, la nación Siria y el mismo Dagón se convirtieron a Cristo.
San Cristóbal es un Santo muy popular, y poetas modernos, como García Lorca y Antonio Machado, lo han cantado con inspiradas estrofas. Su efigie, siempre colosal y gigantesca, decora muchísimas catedrales, como la de Toledo, y nos inspira a todos protección y confianza.
Sus admiradores, para simbolizar su fortaleza, su amor a Cristo y la excelencia de sus virtudes, le representaron de gran corpulencia, con Jesús sobre los hombros y con un árbol lleno de hojas por báculo.
Esto ha dado lugar a las leyendas con que se ha oscurecido su vida. Se le considera patrono de los transportadores y automovilistas.

La Iglesia cambió su posición sobre la pedofilia

Se discute en Chile si la Iglesia podrá cambiar o no su posición sobre moralidad sexual. Es obvio que en lo esencial no puede cambiarla, pero en cosas accidentales sí que puede. Por ejemplo, sobre la pedofilia, siguiendo la moda general de la sociedad, antes prefería tratar estos asuntos muy discretamente, para evitar el escándalo de los fieles. Ahora estima mejor, en cambio, la transparencia, aunque haya algo de escándalo. Pero no se le ocurría, ni antes ni ahora, afirmar que su doctrina moral debía adaptarse a la creciente aceptación de la pedofilia en la sociedad.

Les dejo las palabras fuertes del Papa Francisco.


​Homilía del Papa en la Misa por las víctimas de abusos sexuales

Ofrecemos a continuación el texto completo de la homilía del Papa Francisco en la Misa de esta mañana en la capilla de Santa Marta, en la que participó un grupo de víctimas de abusos por parte de sacerdotes. Fueron seis personas en total, acompañadas por familiares y amigos. Después de la celebración eucarística, fueron recibidas personalmente por el Papa. Estas son las palabras pronunciadas por el Papa: 
«La imagen de Pedro viendo salir a Jesús de esa sesión de terrible interrogatorio, de Pedro que se cruza la mirada con Jesús y llora. Me viene hoy al corazón en la mirada de ustedes, de tantos hombres y mujeres, niños y niñas, siento la mirada de Jesús y pido la gracia de su orar. La gracia de que la Iglesia llore y repare por sus hijos e hijas que han traicionado su misión, que han abusado de personas inocentes. Y hoy estoy agradecido a ustedes por haber venido hasta aquí.
Desde hace tiempo siento en el corazón el profundo dolor, sufrimiento, tanto tiempo oculto, tanto tiempo disimulado con una complicidad que no, no tiene explicación, hasta que alguien sintió que Jesús miraba, y otro lo mismo y otro lo mismo… y se animaron a sostener esa mirada. Y esos pocos que comenzaron a llorar nos contagiaron la conciencia de este crimen y grave pecado.
Esta es mi angustia y el dolor por el hecho de que algunos sacerdotes y obispos hayan violado la inocencia de menores y su propia vocación sacerdotal al abusar sexualmente de ellos. Es algo más que actos reprobables. Es como un culto sacrílego porque esos chicos y esas chicas le fueron confiados al carisma sacerdotal para llevarlos a Dios, y ellos los sacrificaron al ídolo de su concupiscencia. Profanan la imagen misma de Dios a cuya imagen hemos sido creados.
La infancia, sabemos todos es un tesoro. El corazón joven, tan abierto de esperanza, contempla los misterios del amor de Dios y se muestra dispuesto de una forma única a ser alimentado en la fe. Hoy el corazón de la Iglesia mira los ojos de Jesús en esos niños y niñas y quiere llorar. Pide la gracia de llorar ante los execrables actos de abuso perpetrados contra menores. Actos que han dejado cicatrices para toda la vida.
Sé que esas heridas son fuente de profunda y a menudo implacable angustia emocional y espiritual. Incluso de desesperación. Muchos de los que han sufrido esta experiencia han buscado paliativos por el camino de la adicción. Otros han experimentado trastornos en las relaciones con padres, cónyuges e hijos. El sufrimiento de las familias ha sido especialmente grave ya que el daño provocado por el abuso afecta a estas relaciones vitales de la familia.
Algunos han sufrido incluso la terrible tragedia del suicido de un ser querido. Las muertes de estos hijos tan amados de Dios pesan en el corazón y en la conciencia mía y de toda la Iglesia. Para estas familias ofrezco mis sentimientos de amor y de dolor.
Jesús torturado e interrogado con la pasión del odio es llevado a otro lugar, y mira. Mira a uno de los suyos, el que lo negó, y lo hace llorar. Pedimos esa gracia junto a la de la reparación.
Los pecados de abuso sexual contra menores por parte del clero tienen un efecto virulento en la fe y en la esperanza en Dios. Algunos se han aferrado a la fe mientras que en otros la traición y el abandono han erosionado su fe en Dios. La presencia de ustedes, aquí, habla del milagro de la esperanza que prevalece contra la más profunda oscuridad. Sin duda es un signo de la misericordia de Dios el que hoy tengamos esta oportunidad de encontrarnos, adorar a Dios, mirarnos a los ojos y buscar la gracia de la reconciliación.
Ante Dios y su pueblo expreso mi dolor por los pecados y crímenes graves de abusos sexuales cometidos por el clero contra ustedes y humildemente pido perdón. También les pido perdón por los pecados de omisión por parte de lideres de la Iglesia que no han respondido adecuadamente a las denuncias de abuso presentadas por familiares y por aquellos que fueron víctimas del abuso: esto llevó a un sufrimiento adicional a quienes habían sido abusados y puso en peligro a otros menores que estaban en situación de riesgo.
Por otro lado, la valentía que ustedes y otros han mostrado al exponer la verdad fue un servicio de amor al habernos traído luz sobre una terrible oscuridad en la vida de la Iglesia. No hay lugar en el ministerio de la Iglesia para aquellos que cometen estos abusos, y me comprometo a no tolerar el daño infligido a un menor por parte de nadie, independientemente de su estado clerical. Todos los obispos deben ejercer sus oficios de pastores con sumo cuidado para salvaguardar la protección de menores y rendirán cuentas de esta responsabilidad. Para todos nosotros tiene vigencia el consejo que Jesús da a los que dan escándalos: la piedra de molino y el mar (cf. Mt 18,6).
Por otra parte vamos a seguir vigilantes en la preparación para el sacerdocio. Cuento con los miembros de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores. Todos los menores, sean de la religión que sean, son retoños que Dios mira con amor. Pido esta ayuda para que me ayuden a asegurar de que disponemos de las mejores políticas y procedimientos en la Iglesia Universal para la protección de menores y para la capacitación de personal de la Iglesia en la implementación de dichas políticas y procedimientos. Hemos de hacer todo lo que sea posible para asegurar que tales pecados no vuelva a ocurrir en la Iglesia.
Hermanos y hermanas, siendo todos miembros de la Familia de Dios, estamos llamados a entrar en la dinámica de la misericordia. El Señor Jesús nuestro salvador es el ejemplo supremo: el inocente que tomó nuestros pecados en la Cruz. Reconciliarnos es la esencia misma de nuestra identidad común como seguidores de Jesucristo. Volviéndonos a El, acompañados de nuestra Madre Santísima a los Pies de la Cruz, buscamos la gracia de la reconciliación con todo el Pueblo de Dios. La suave intercesión de nuestra Señora de la Tierna Misericordia es una fuente inagotable de ayuda en nuestro viaje de sanación. Ustedes y todos aquellos que sufrieron abusos por parte del clero son amados por Dios. Rezo para que los restos de la oscuridad que les tocó sean sanados por el abrazo del Niño Jesús, y que al daño hecho a ustedes le suceda una fe y alegría restaurada.
Agradezco este encuentro. Y por favor, recen por mí para que los ojos de mi corazón siempre vean claramente el camino del amor misericordioso, y que Dios me conceda la valentía de seguir ese camino por el bien de los menores.
Jesús sale de un juicio injusto, de un interrogatorio cruel y mira a los ojos de Pedro, y Pedro llora. Nosotros pedimos que nos mire, que nos dejemos mirar, que lloremos, y que nos dé la gracia de la vergüenza para que como Pedro, cuarenta días después podamos responderle: “Señor, Tú sabes que te amo”; y escuchar su voz: “Apacienta mis ovejas”. Y añado: “y no permitas que ningún lobo se meta en el rebaño”».


jueves, julio 03, 2014

Si es lícito matar para disfrutar del sexo, ¿por qué no también mentir?

Parece poco caritativo decir que los defensores del aborto son mentirosos, pero lo son en general. Los otros, los que no mienten, han sido engañados. Si son adultos responsables e instruidos, su engaño es seguramente ignorancia culpable o estupidez supina.

Leed.


Así miente el lobby abortista

aborto_reforma_leyAntes de la legalización del feticidio en Uruguay, los promotores de esta práctica hablaban de 150,000 casos clandestinos al año. Las cifras reales distan muchísimo de esto.
Según cuenta el portal de Rescatadores Juan Pablo II, Uruguay, el primer país hispanoamericano en legalizar el aborto (en diciembre de 2012), campo de pruebas del abortismo en Hispanoamérica, ya tiene los datos de su primer año de aborto despenalizado.
Uruguay es modelo para Hispanoamérica también por las mentiras y técnicas del lobby abortista, encabezado por el antiguo líder abortista Leonel Briozzo, hoy subsecretario de Salud Pública. Y es que Briozzo había promocionado el aborto cuando era ilegal hablando -incluso en un formalísima comparecencia ante el Senado en 2003-, de hasta 150.000 abortos clandestinos en el pequeño país uruguayo. De los 6.676 reales a los 150.000 que decía Leonel Briozzo y el lobby abortista, hay un trecho.
Es decir, las cifras absurdamente infladas, dar la sensación de que practicamente todas las mujeres abortan a escondidas, y de que grandes cantidades de ellas mueren desangradas. Cuando la realidad demuestra que las cifras abortistas son falsas, que han mentido descaradamente, los abortistas se encogen de hombros, como si no pasase nada: “hubo errores de estimación”, dicen.
¿Cuántas mujeres quedan, pues, como candidatas a un posible aborto? Unas 27.000 mujeres, concluye el doctor França Tarragó. ¿Cómo pensar entonces que se produzcan 150.000 abortos al año?. Rebajando el engaño: La mentira era tan exagerada e insultante que el lobby abortista la rebajó y en 2004 el diputado pro-aborto Rafael Sanseviero ya hablaba de 33.000 abortos clandestinos, otra cifra absurda y exagerada