¿Última oportunidad?
El Ejecutivo tiene otra oportunidad de representar a la mayoría que quiere vivir y trabajar en paz, la que ha progresado gracias a una sociedad libre donde los movimientos totalitarios, que controlan la Confech, constituyen una exigua minoría.
El Presidente y sus ministros tienen que elegir entre el modelo británico y el modelo libio. La diferencia es sencilla: el gobierno de Mr. Cameron ha dado libertad a todos los ciudadanos pacíficos y ha aplastado sin misericordia a todos los delincuentes, mientras que Mr. Jadafi actuó en forma indiferenciada y permitió que se le armara una guerra civil.
El curso intermedio que ha seguido don Sebastián, el de conceder y conceder y apenas atacar puntuales focos de violencia, no puede aguantar mucho tiempo. El movimiento contestatario quiere el conflicto, quiere una Libia más que una Inglaterra, y la única forma de evitar ese escenario es plantear de entrada el escenario inglés. De lo contrario, cualquier cosa que haga el gobierno caerá bajo el fuego cruzado de las condenas de organismos de derechos humanos.
¡Qué locura pensar que en el Chile de hoy hay grupos anarcocomunistas que quieren sembrar el odio nuevamente!
Mañana y pasado estamos ante una gran y buena oportunidad para el gobierno, que requiere unidad de sus huestes y mucha inteligencia. El adversario no es la ciudadanía que marcha con globitos y pancartas, sino un ejército pequeño de lectores resabiados de Marx, Lenin, Bakunin, Sartre y Nietzsche. Y en el gobierno, ¿habrá alguien que lea algo además de las encuestas?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario