El Papa llama a convertirse a los mafiosos... y a todos
El Papa a los mafiosos: «El suyo es poder ensangrentado. ¡Conviértanse!»
Francisco se encuentra con las familais de las víctimas de la mafia en Italia, promovido por la Fundación Libera de don Luigi Ciotti
GIACOMO GALEAZZIROMA
Francisco se dirige directamente a los mafiosos con palabras clarísimas: «Su poder está ensangrentado, por favor, conviértanse, dejen de hacer el mal». Francisco llamó a los «grandes ausentes de hoy, pero protagonistas: los hombres y las mujeres mafiosos. ¡Cambien de vida! ¡Conviértanse! ¡Dejen de hacer el mal! Nosotros rezamos por ustedes: conviértanse, se lo pido de rodillas, es por su bien», repitió. «Esta vida que viven no les dará felicidad, alegría. El poder y el dinero que tiene ahora de muchos negocios sucios, de los crímenes mafiosos, son dinero ensangrentado, poder ensangrentado, no podrán llevarlo a la otra vida». Por ello, «conviértanse, todavía pueden no acabar en el infierno, que es lo que les espera si no cambian de camino». Después añadió que «ustedes tuvieron un papá, una mamá; piensen en ellos y conviértanse».
Para impartir la bendición después de su breve discurso, el Pontífice se puso la estola de don Diana, mártir de la lucha contra la camorra. El Papa escuchó en recogimiento y oración la lista de los nombres de las 842 víctimas inocentes de la mafia durante la vigilia con sus familiares en la Iglesia Romana de San Gregorio VII. Entre los últimos nombres estaban los niños asesinados en las últimas semanas en Italia. Fueron pronunciados por el ex procurador de Turín, Giancarlo Caselli.
Papa Francisco visitó esta tarde la parroquia de San Gregorio VII para el encuentro con más de 900 familiares de las víctimas de la mafia en Italia, promovido por la Fundación Libera de don Luigi Ciotti. Una enorme conmoción se difundió entre los presentes en la Iglesia romana de San Gregorio VII a la llegada de Papa Francisco. «¡Amigos, sus seres queridos están vivos!», recordó don Ciotti.
«Pensábamos encontrar a un padre, pero encontramos a un hermano: hermano Francisco». De esta manera comenzó don Luigi Ciotti, director de la fundación Libera, su discurso ante el Pontífice durante la Vigilia de oración con los familiares de las víctimas de la mafia. El Papa saludó a algunos de los fieles presentes frente a la Iglesia y después entró de la mano de don Ciotti, que en conmovedor discurso dijo: «La corrupción, la mafia mata la esperanza; hay demasiado silencio en la Iglesia. No siempre la Iglesia ha mostrado atención; demasiados silencios, demasiada prudencia, palabras de circunstancia. Pero también mucha luz y positividad».
En el encuentro de oración participó Maria Falcone, hermana del juez asesinado por la mafia, además de los parientes de don Peppino Puglisi y de don Giuseppe Diana, mártires de la lucha en contra de la camorra.
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