He recibido el siguiente mensaje de los universitarios que han lanzado un proyecto social innovador: Aniétate. Lo copio por si a mis lectores les interesa difundirlo.
Estimados nietos y amigos:
Queremos hacerles parte de dos grandes experiencias que hemos tenido este semestre. Adjuntamos unas fotos relacionadas con cada una de ellas.
La primera sucedió a inicios de septiembre. Marcel Gaete y Rodrigo Samayoa, integrantes del proyecto, fueron a visitar por primera vez a Pedro y Soledad, un matrimonio muy pobre y abandonado de La Pincoya. Al poco rato de estar en la casa oyeron unos gemidos, se levantaron y corrieron a la pieza del fondo a ver qué sucedía. Pedro (que ha perdido muchos dientes) se estaba ahogando con un trozo de pan duro y no podía respirar. Marcel se le acercó con decisión, lo abrazó y le aplicó la maniobra de Heimlich (apretón en el esternón): le salvó la vida. Su esposa Soledad, desde su silla de ruedas estaba muy impresionada. Tanto que les comentó a su marido: "¿ves?, tú dudabas de Dios, y ahora ha sido Él quien mandó a estos jóvenes para salvarte la vida". Después del accidente, Pedro les agradecía con visible conmoción: "Cinco minutos, cinco minutos más hubieran demorado en llegar aquí y yo no estaría... Gracias muchachos".
La segunda experiencia sucedió en octubre. Desde mayo, habíamos podido visitar cinco veces a la señora Margarita. Le teníamos un gran cariño y ella nos trató con mucha confianza. Nos había contado que sus cinco hijos varones eran alcohólicos y que uno había fallecido hace poco. Al visitarla por última vez, nos encontramos con globos blancos en el pasaje y, en la entrada de la casa, con la familia sumida en lágrimas. Nuestra abuela había fallecido. Cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos, junto al ataúd, una mesita que sostenía una estatua de la Virgen de Lourdes y dos fotos que nos habíamos tomado en su casa, enmarcadas.
Con todo, hemos entendido mejor estas palabras del Papa Francisco: «¡Cuánto quisiera una Iglesia que desafía la cultura del descarte con la alegría desbordante de un nuevo abrazo entre los jóvenes y los ancianos!» (Amoris Laetitia, punto 192)
Nos despedimos deseándoles a todos una feliz semana,
Equipo Aniétate
PD: Por si no has visto nuestro video (1,5 minutos), aquí lo dejo: