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lunes, noviembre 28, 2016

Al lado oscuro de la fuerza

Luke SkyWalker ha pasado al lado oscuro de la fuerza.

Presionó a la novia de su hijo para abortar.

Gracias a Dios, ella resistió.

Pero luego el actor se siente con autoridad moral para tratar de despreciables a los colaboradores de Donald Trump.

Leed:

https://www.lifesitenews.com/blogs/whos-despicable-now-hamill-pressured-his-sons-girlfriend-into-abortion?utm_campaign=socialflow&utm_source=lifesitenews%2Btwitter&utm_medium=social


jueves, noviembre 24, 2016

Las viudas de Hillary: cómo comprenderlas

Lo recomiendo, para ser comprensivos con las viejas chillonas antiTrump.

Leed a Federico García.


miércoles, noviembre 23, 2016

Sobre aborto y misericordia: el Papa incomprendido

Les dejo otra carta en El Mercurio. No lo puse ahí, pero la mentira abortista ya hace casi presumir la mala fe.

Leed.


Cartas El Mercurio
Martes 22 de noviembre de 2016

Aborto: perdonar sin legalizar




lunes, noviembre 21, 2016

Trump ganó, pero la propaganda en su contra continúa

El problema de los liberales es que creen sus propias mentiras.

Donald Trump no era mi candidato favorito y está lleno de concesiones miserables al mundo liberal (no nos olvidemos de su amistad de larga data con los Clinton).

Sin embargo, me alegro de su victoria por lo que significa de parcial derrota de los liberales más extremistas. No porque me haga ilusiones sobre lo que podrá avanzar la buena causa en 4 años.

Llamo a todos a no hacerse falsas ilusiones.

Y, sin embargo, disfrutar con el desconcierto y el autoengaño de los amigos liberales, a quienes queremos como a cualquier adolescente en proceso de enfrentarse con el mundo real.

Disfrutad.


sábado, noviembre 19, 2016

La última palabra: respuesta a Eugenio Tironi



No tenía mucho sentido que El Mercurio publicara mi carta humorística en respuesta a la respuesta de Eugenio Tironi, pero ya que me han preguntado si le había respondido, les dejo aquí mi respuesta. En el Apéndice pego el intercambio publicado completo para evitarles viajes innecesarios.


La última palabra, que envié por si El Mercurio quería continuar con el buen humor:



De malo a tonto

Señor Director:
Me divertí con la respuesta de Eugenio Tironi, que se resume en que no entendí ni terminé de leer su columna anti Trump. La comprensión de lectura nunca ha sido mi fuerte. Ahora recuerdo que hace años se publicó una estadística, probablemente falsa, según la cual el 80% de los chilenos no entiende lo que lee. Pero siempre me confundo: no sé si el 80% no entiende el 100% de lo que lee o el 100% no entiende el 80% de lo que lee o alguna otra combinación.

Así que Tironi acierta conmigo. Le agradezco que me pase de la categoría de los malos, los gordos ineducados y claustrofóbicos, a la de los tontos que no entendemos sus inteligentes y sutiles columnas. Eso sí, la situación en mi caso es peor, porque él sugiere que yo incluso no habría leído el deslumbrante final de su diatriba, donde nos reconocía (a los malos y quizás a los tontos) el derecho de ganar elecciones (¡gracias!).

Lamentablemente, lo leí tres veces y no lo entendí. Sinceramente pensé que la lista de descalificaciones contra "los malos" era el refrito de todas las que yo había leído en la galaxia de medios liberales donde respira don Eugenio. ¡Mis prejuicios!

Cristóbal Orrego Sánchez
Abogado











APÉNDICE




1) COLUMNA ORIGINAL DE EUGENIO TIRONI
Martes 15 de noviembre de 2016
Los malos también ganan
Han corrido ríos de tinta explicando por qué ganó Trump. Casi igual a los que fluyeron para demostrar que ello era imposible. Se confirma una vieja máxima: que las rebeliones brotan de la frustración y el miedo, no del sufrimiento o la ilusión. Eso es lo que vive la población blanca estadounidense con baja educación, que salió de sus casas a votar por Trump. Siente ser una especie en extinción, dejada de lado por gobiernos que solo se ocupan de la inclusión de las minorías y por políticos que ya no hablan de identidades, límites y fronteras, sino solamente de inclusión, globalización y liberalización. Es la misma angustia que agitó Sanders en la primaria demócrata; la misma que empujó a los ingleses rurales mayores y de baja educación a apoyar el Brexit; la misma que conduce a los antiguos bastiones obreros comunistas de Francia a volcarse por Le Pen.
Trump y el Brexit -hay que ver lo que sucederá el año próximo en Francia- demostraron que los medios de comunicación, los partidos políticos, los líderes de opinión, las celebridades, los círculos de negocios, los analistas económicos, los artistas, los intelectuales, son totalmente impotentes para detener este tsunami . Emplearon todos sus recursos, pero fue inútil. Trump y sus seguidores fueron presentados como deplorables, adosándoseles todas las calamidades imaginables. Aun así ganaron.
Ganaron los que no hacen dieta y exhiben su corpulencia como signo de vigor. Los que asumen que el lenguaje sexista y el acoso pueden ser formas de seducción. Los que sostienen que hay dos sexos y punto final. Los que no viajan a Europa porque les da claustrofobia. Los que piensan que el calentamiento global es una invención de los chinos y están por reimpulsar el uso de combustibles fósiles. Los que prefieren los 4x4 a los híbridos, las motos a las bicicletas. Los que no leen los diarios, pues no les interesa informarse, o si lo hacen es por redes sociales que les confirman lo que creen. Los que no quieren hacerse más porosos, sino más impermeables, y proteger su identidad con muros si es necesario.
Ganaron los que piensan que la misión del gobierno es apoyar a los que están, no a los que llegan. Los que estiman que burlar al Estado y no pagar impuestos es un signo de astucia. Los que mantienen que para alcanzar el crecimiento económico hay que bajar impuestos a los ricos, y que estos se merecen el lujo en que viven. Los que tienen más miedo a los que vienen de abajo que a los que están arriba.
Ganaron los que son impulsados por la nostalgia antes que por la esperanza en el futuro. Los que están por hacer alianzas con el diablo si se trata de defender sus intereses. Los que quieren gobiernos que actúen en favor de las mayorías, no de las minorías. Los que buscan líderes que hagan promesas, no que planteen problemas. Los que prefieren dirigentes que se pongan metas, no que razonen. Los que eligen políticos que actúen, no que deliberen. Ganaron, en fin, los que creen en el hard power , no en el soft power.
El diario Le Monde cuenta que el Partido Demócrata contaba con un sofisticado programa computacional llamado Ada -en homenaje a Ada Lovelace, la matemática del siglo 19 a la que se adjudica la creación del primer algoritmo-. Procesando encuestas y otros datos, este establecía sin mediar intervención humana dónde había que alojar los recursos de campaña. Algo falló, como lo prueba la derrota de Clinton. Sus programadores seguramente no previeron que en la vida los malos también ganan; es más: que están en su derecho.



2) MI RESPUESTA A SU COLUMNA


Cartas
Miércoles 16 de noviembre de 2016
La caricatura de "los malos"
Señor Director:
Eugenio Tironi suele ofrecer análisis agudos de la realidad. Su columna de ayer, en cambio, nos ofrece una sarta de caricaturas despectivas sobre los que votaron por Trump y, por extensión, sobre todos los que nos alegramos con su victoria.
En mi caso, reconozco que estoy entre los que "sostienen que hay dos sexos y punto final"; pero no, en cambio, entre "los que no viajan a Europa porque les da claustrofobia". Poniéndonos más serios -aunque me aleje del género literario cultivado por Tironi-, me permito discrepar sobre todo de la idea de que los malos "no leen los diarios, pues no les interesa informarse, o si lo hacen es por redes sociales que les confirman lo que creen". Por el contrario, fueron "los buenos" -los amigos de Tironi- quienes vivieron y viven en su burbuja liberal, "los que no quieren hacerse más porosos, sino más impermeables, y proteger su identidad con muros si es necesario". Son ellos quienes no vieron la otra mitad de EE.UU., esa que pudimos observar quienes seguimos el proceso leyendo y viendo la prensa liberal (CNN, NYT, "El Mercurio"), pero también, sin filtros y sin censura, los medios alternativos.
Con esa mayor información, fuera de los muros virtuales que encapsulan a algunos, muchos preferimos al magnate excéntrico y pragmático -aunque no sea un conservador- antes que a la promotora de la subversión en Oriente Medio, con su secuela de genocidios y crisis de refugiados, y del aborto y la ideología de género a escala planetaria.
En fin, si ya extrañaba que antes de la elección se hiciera una caricatura odiosa de Trump y sus partidarios, que se provocara odio hacia quienes tienen opiniones distintas al consenso liberal (los despectivamente llamados "blancos sin educación"), más nos asombra ahora que todavía se insista en un análisis cuyas falencias quedaron al descubierto la noche del 8 de noviembre.

Cristóbal Orrego Sánchez
Abogado




3) SU RESPUESTA A MI RESPUESTA, DONDE ME DESCLASIFICA DE MALO PARA PASARME AL EJÉRCITO DE LOS TONTOS: esta fue la última palabra para el público lector del diario.

Cartas

Jueves 17 de noviembre de 2016
Buenos y malos
Señor Director:



No me expliqué bien. A raíz de mi columna "Los malos también ganan", Cristóbal Orrego Sánchez me acusa de seguir viviendo en la "burbuja liberal" junto a mis amigos, "los buenos".



Quizás, como me reprocha, abusé del "género literario", y esto dio pie a la confusión. Pero se trataba de subrayar cuán infértil y peligrosa es la dicotomía "buenos"-"malos", a la que todos adherimos sin menor reflexión. Como dijera Freud, "el hombre rara vez es íntegramente bueno o malo; casi siempre es 'bueno' en esta relación, 'malo' en aquella otra, o 'bueno' bajo ciertas condiciones exteriores, y bajo otras, decididamente 'malo'".



A esto apuntaba mi columna, cuando llamaba a reconocer que "los malos también ganan; es más: que están en su derecho" (el énfasis lo agregué ahora para facilitar la comprensión). Pero, claro, esto lo decía al cierre, y uno no siempre lee las cosas hasta el final: nos damos por satisfechos y las abandonamos cuando ya hemos confirmado nuestros prejuicios.



Eugenio Tironi


Arriba mi última palabra.


miércoles, noviembre 16, 2016

Caricaturas liberales

Ahora seguro que me demonizan a mí. Estos liberales no aprenden de sus propios errores y cegueras.

Carta en El Mercurio.

Cartas
Miércoles 16 de noviembre de 2016

La caricatura de "los malos"




sábado, noviembre 12, 2016

Brexit 3

Un proyecto de carta a El Mercurio, ya obsoleta.

No fue publicada pero puede interesar a los lectores del blog.

Brexit 3

Señor Director:

Brexit, el No en Colombia, Trump Presidente: ¿serán solamente casualidades inexplicables o habrá algo de complicidad en las élites liberales, tanto políticas como intelectuales y de la opinión pública?

Entre los conservadores, que no suelen hacerse presentes por temor al bullying mediático, la victoria de Donald Trump no fue tan sorpresiva como lo fue para los mercados, los medios de prensa, los encuestadores y la élite progreliberal en general. ¿No habrá habido mucho de autoengaño, si había buena fe, en los medios de prensa que sistemáticamente hicieron eco al lado oscuro del ahora vencedor y a las cifras que más lo perjudicaban? ¿Por qué no quisieron leer las señales alternativas, las interpretaciones más cautas, el impulso entusiasta de los mitines republicanos...?

¿Cuál será el Brexit 4? El Mercurio, ¿será otra vez parte de ese espectáculo futuro?


Cristóbal Orrego Sánchez
Abogado

viernes, noviembre 11, 2016

Manipulación Norcoreana de ciudadanos Norteamericanos

Un desgraciado ha compilado escenas de norcoreanos con los cerebros lavados, que lloran porque su amada líder ha perdido.

Esto parece fanatismo.



Realmente apena tanta tristeza. Pero se les pasará.

Yo no recuerdo haber amado u odiado tanto a alguien en mi vida.

jueves, noviembre 10, 2016

Aniétate

He recibido el siguiente mensaje de los universitarios que han lanzado un proyecto social innovador: Aniétate. Lo copio por si a mis lectores les interesa difundirlo.

Estimados nietos y amigos:
              Queremos hacerles parte de dos grandes experiencias que hemos tenido este semestre. Adjuntamos unas fotos relacionadas con cada una de ellas.
La primera sucedió a inicios de septiembre. Marcel Gaete y Rodrigo Samayoa, integrantes del proyecto, fueron a visitar por primera vez a Pedro y Soledad, un matrimonio muy pobre y abandonado de La Pincoya. Al poco rato de estar en la casa oyeron unos gemidos, se levantaron y corrieron a la pieza del fondo a ver qué sucedía. Pedro (que ha perdido muchos dientes) se estaba ahogando con un trozo de pan duro y no podía respirar. Marcel se le acercó con decisión, lo abrazó y le aplicó la maniobra de Heimlich (apretón en el esternón): le salvó la vida. Su esposa Soledad, desde su silla de ruedas estaba muy impresionada. Tanto que les comentó a su marido: "¿ves?, tú dudabas de Dios, y ahora ha sido Él quien mandó a estos jóvenes para salvarte la vida". Después del accidente, Pedro les agradecía con visible conmoción: "Cinco minutos, cinco minutos más hubieran demorado en llegar aquí y yo no estaría... Gracias muchachos".
La segunda experiencia sucedió en octubre. Desde mayo, habíamos podido visitar cinco veces a la señora Margarita. Le teníamos un gran cariño y ella nos trató con mucha confianza. Nos había contado que sus cinco hijos varones eran alcohólicos y que uno había fallecido hace poco. Al visitarla por última vez, nos encontramos con globos blancos en el pasaje y, en la entrada de la casa, con la familia sumida en lágrimas. Nuestra abuela había fallecido. Cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos, junto al ataúd, una mesita que sostenía una estatua de la Virgen de Lourdes y dos fotos que nos habíamos tomado en su casa, enmarcadas.
           Con todo, hemos entendido mejor estas palabras del Papa Francisco: «¡Cuánto quisiera una Iglesia que desafía la cultura del descarte con la alegría desbordante de un nuevo abrazo entre los jóvenes y los ancianos!» (Amoris Laetitia, punto 192)
Nos despedimos deseándoles a todos una feliz semana,
Equipo Aniétate
PD: Por si no has visto nuestro video (1,5 minutos), aquí lo dejo: 



Trump, Obama, Kast

En La Tercera de hoy, jueves 10-XI-2016. El título sugerido por mí fue:

Kast, primera vuelta

Lecciones de EE.UU.

Señor director:
El triunfo de Donald Trump -aunque los ideólogos aborrezcan la comparación- se parece al de Barak Obama hace ocho años: era el cambio, la promesa de dar voz y poder a un sector postergado del país, era un “Yes, we can” muy parecido al “Make America Great Again”. En Obama también había una dosis de populismo, aunque sin las expresiones ofensivas de Trump.
José Antonio Kast podría aprender algo de estos fenómenos políticos aparentemente tan disímiles en otros aspectos. Podría comenzar por no dejar dudas de que seguirá con su campaña presidencial hasta las últimas consecuencias, con voluntad de ganar y no solamente de negociar su apoyo en segunda vuelta. Aseguro que, si lo hace, 35.000 firmas son pan comido.
Cristóbal Orrego Sánchez 
Abogado