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domingo, diciembre 20, 2009

Por pocos votos, por poca plata

Los cálculos de las personas serias, en distintos medios, arrojan un resultado alarmante para quienes ya dan por corrida, y ganada, la carrera presidencial. Salvo que haya una gran concurrencia de esos que siempre apuestan a ganador, Sebastián Piñera solamente podría ganar por pocos votos.

¿Cuarenta mil? ¿Setenta mil? ¿Cien mil? Todos están al alcance de la mano de una máquina bien montada, como lo sería la Concertación con Bachellet a la cabeza, pero también de una máquina bien aceitada, como lo sería la campaña de SP si se decidiera a quemar todos los cartuchos, y a gastar sin remilgos por ganarse a esos que votan a ganador, que votan a quienes más les prometen y algo le adelantan.

Sí, porque SP no ganará por el entusiasmo de nadie, sino por esos votos de esos indecisos que realmente casi hay que comprarlos. Y si de comprar se trata, hacen falta millones.

O perderá por pocos votos, por poca plata.

9 comentarios:

  1. Estimadísimo Sánchez Münster:
    Como el pobre Mambrú es un tipo ignorante y falto de criterio, en su actuar se guía por el consejo y ejemplo del hombre prudente... o al revés:
    Cuando alguna cosa le gusta a Carlos Peña, entonces Mambrú sabe que no debe ir por ahí.
    Cuanto más le gusta a Carlos Peña el triunfo de Piñera (y ya le gusta demasiado), más claro tiene Mambrú que debe votar nulo.
    Atte. y con encomio
    Mambrú (que por ir a la guerra, se transformó en un desaparecido en la inacción, hasta que reapareció)

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  2. Oh, Mambrú, ¡tantos años de ausencia!

    Su instinto es de lo más sano.

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  3. La alternancia en el poder es necesaria, porque así se combaten los males frente a los cuales ya no hay posibilidad ni voluntad de cambiar, fruto de la desidia y la falta de motivación. Es cosa de ver la corrupción en la Concertación. Por tanto es de suma irresponsabilidad, falta de criterio, y un gran autocentrismo, decir que uno va a votar nulo (supongo que el señor Mambrú querrá decir blanco). Claro, cuando la vida de uno no cambia mucho con un gobierno u otro, desde la cátedra no cuesta hacer esas afirmaciones. Pero la gente real y sufriente necesita ver cambios.

    Thomas H.

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  4. Estimado Thomas H.,

    No borro el anónimo porque al menos aparece una firma, pero lo normal es borrar los anónimos.

    Su opinión es respetable y la respeto, pero la gente sufriente seguirá sufriendo si la ideología oficial no cambia. Así sucedió en España con la llegada del PP, que hizo un poco más de los mismo (incluyendo corrupción, como la veremos con la Alianza en el poder).

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  5. Cristóbal,

    Ante los males del hombre, qué podemos hacer… simplemente son los males del hombre. La corrupción no es un vicio propio de la gente de la Alianza ni de la Concertación per se. A lo que creo tú apuntas es que tanto el dinero como el poder corrompen al ser humano y lo desvían de sus objetivos morales, pero eso es inevitable que sea cual sea el Presidente que resulte electo habrá corrupción. El punto es cuál es la tierra más fértil para que ello ocurra. Factores objetivos me hacen presumir que Frei no va a descabezar a sus amigotes y compadres y que Piñera va a ser analizado con lupa para ver hasta cuando va al baño.

    Respecto de la "ideología oficial", ahí no me puedo pronunciar, porque no sé á cuál te refieres, aunque es obvio que como concepto general apuntas a temas de la "buena o mala" vida.

    Yendo a lo que pantea este señor Mambrú, y con un ejemplo que todo chileno futbolero entendería, si tú y yo jugáramos por la Selección, y fundadamente estuviéramos en desacuerdo con un director técnico descriteriado (que sin duda lo vamos a preferir a uno borracho), no por eso vamos a renunciar a jugar por nuestro país y a dejar que Argentina nos gane. Sin duda que no. Nos tragaríamos el orgullo, e iríamos a jugar y dar lo mejor de nosotros por nuestro país, sea quien sea el que nos dirija.

    Por eso sostengo, no nos retiremos del proceso eleccionario y le echemos la culpa a los mayores o menores vicios de los candidatos, que sin duda hay uno que lo puede hacer mejor (sea Frei o Piñera). Pongámonos la camiseta, intentemos meter goles, atajemos los que nos quieran hacer, y con la autoridad moral y la fuerza que nos da el haber mojado la camiseta, exijámosle a Piñera (por lo menos esa es mi opción) si es que sale electo, que cambie lo que tenga que cambiar (dentro de nuestro ámbito de posibilidades, que yo, al menos, no tengo su celular).

    No podemos defraudar a gente que lo necesita. Somos muy pocos los que podemos ver más allá del slogan y la mentira, pero tenemos que jugárnosla por lo mejor a nuestra disposición. Las cosas están muy serias y graves como para ser testigos pasivos de un bote que se hunde y gente que se ahoga. Con toda la sorna con que como sudamericanos nos referimos a los estadounidenses, sin duda que al llamado "el tío Sam te necesita" debemos acudir este 17 de enero.

    Thomas H.

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  6. Está probado empíricamente que la corrupción se acaba o disminuye cuando el Estado lo achican.

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  7. Estimado Thomas:

    Estoy de acuerdo con lo de jugar con el país, por el país, aunque el director técnico no nos guste. Pero se trata de otro tema, totalmente distinto. Yo sostengo como convicción ese deber, y lo cumpliría en cualquier gobierno dentro de los ámbitos en los que pudiera colaborar sin cohonestar el mal. Así que, si cambiamos de tema, yo colaboraría con un futuro gobierno de SP, pero también con uno de EF, si eso sirve al bien común del país de alguna manera.

    Sé que esto es como pasarse al otro extremo, pero mi filosofía política es muy antigua. Yo puedo ejercer mi derecho a decir que no quiero que tal o cual sea presidente, o que, tal como están las cosas, me da igual quién sea. Y después reconoceré como legítimo presidente, y procuraré que le vaya bien, a quienquiera que sea elegido.

    Estimado Javier: Lógicamente, si disminuyen las ocasiones, disminuyen los ladrones. Pero el Estado tendrá que tener el tamaño que la prudencia exija respecto de cada tema. Que ahora es excesivo, para repartir más entre socialistas, me parece innegable. Ojalá podamos reducirlo de a poco a tamaños compatibles con la subsidieriedad.

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  8. Cristóbal:
    Las personas razonables o sensataz piensan como tú en este punto de disminuir el Estado, esto es, hacerlo en forma gradual,no de golpe. Simplemente, a los funcionarios habría que decirles que se cumplió una etapa y hacerles el finiquito. El punto está en que los políticos no les gusta esa solución porque dejaría a personas desempleadas.

    Ahora bien, si uno razona como los políticos, muchas empresas hace tiempo habrían quebrado porque no se adaptaron a los cambios del momento. Y 'los cambios del momento' significa cerrar una sucursal o un departamento porque no sirve o no tiene ningún sentido, o tienen más pérdidas que ganancias.

    En el caso de los empleados, que este caso sería los funcionarios, tendrían que reinventarse una nueva vida, ya sea buscando otro trabajo o creándose uno, como le sucede a la mayoría de las personas de este planeta, cuando dejan otro trabajo.

    Me alegra que coincidamos en un punto.

    Se te olvidó mencionar a la derecha socialista. ¿Crees, por ejemplo, que el ministerior de la pobreza que dependería del Presidente acabe con la pobreza, como lo propone Sebastián Piñera y su equipo? No hay que ser economista para saber que esa idea es absurda.

    Feliz Navidad.

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