Páginas

viernes, noviembre 08, 2019

El "socialismo renovado" muestra su hipocresía

Los anticapitalistas y la crisis (*)

Es necesaria “una eliminación radical . . . de todo el liberalismo económico sin restricciones”. Hay que “poner fin a la falta de restricciones de una economía libre y adoptar una dirección y una actuación planificadas”. Son palabras de un anticapitalista. Adivinen de quién (ver respuesta abajo). A mí se me vinieron a la mente con la reciente alharaca de los anticapitalistas ante la crisis.

Ahora pienso que las crisis sirven para distinguir entre los verdaderos y los falsos “socialistas renovados”. Los verdaderos no despotrican contra la economía libre solamente porque, de vez en cuando, los seres humanos nos equivocamos. Somos falibles: ¡tremenda novedad! Y esta crisis vuelve a ponernos en nuestro sitio. Los falsos renovados, en cambio, guardaron un resentimiento secreto, cuando cayeron los muros del socialismo real. Ese resentimiento los lleva ahora a alegrarse por el mal, por la caída del “neoliberalismo”, y a soñar con que vendrá un orden nuevo. Regulado. Socialista a la antigua.

Su sueño se basa en la ignorancia. El capitalismo ya descansa, hasta en el país más liberal del mundo, sobre un entramado de reglas sociales, de prácticas morales y de normas jurídicas, e incluso de vigilancia policial, que todos aceptamos para que el sistema funcione. ¡Son toneladas de papeles! ¡Son innumerables funcionarios, que vigilan día y noche! ¡Las penas por un delito son severísimas! Cualquier reforma posible del sistema, cualquier regulación mayor, no será más que un pequeño añadido a lo que ya existe, acomodar un poco la carga de un buque gigantesco, que avanza gracias a la actuación combinada de la libertad emprendedora y de las autoridades que controlan y sancionan responsable y subsidiariamente.

Menos anticapitalismo, entonces, pues que ya sabemos que el abuso de la libertad es malo. Gracias a Dios, en la economía se le pone atajo, porque hay consenso en que el libre mercado exige ordenar la libertad. Ojalá se extendiera ese consenso a otros ámbitos de la vida. Serían menos y más llevaderas otras crisis humanas, más serias que la de Wall Street.

(R: Hitler).


________________

*Columna publicada hace como diez años o más. La dejo igual.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario